en forma de pico, también le salía humo bastante negro de la capucha y por la parte de abajo de la túnica, iba con una túnica negra con un cinturón marrón con espinas, detrás suya venían 10 guardias con cruces ardiendo y túnicas blancas con el mismo cinturón que llevaba la presencia extraña, se pararon enfrente de la puerta de mi casa pero los podía seguir viendo, la presencia me recordó a la muerte pero pensé que estaba loco y que solo era un sueño, intenté pellizcarme pero no me despertaba y sentía el dolor, se me iban quitando las molestias estomacales y de cabeza que tenía, vi salir a las dos personas que estaban cantando, eran una especia de monjas pero con una túnica morada y una máscara de pico como las de la peste, la presencia a la cual la vamos a llamar la muerte acercó su mano a una de las monjas y la monja se convirtió en ceniza y después hizo lo mismo con la otra, me escondí debajo de la cama y me puse a rezar, cuando de repente escuché un golpe en la puerta, intentaba moverme pero no podía, estaba paralizado por el miedo, escuché a la muerte junto con sus guardias subir las escaleras lentamente, cuando llegaron a la puerta de mi habitación, reventaron la puerta y entraron, la muerte me atrapó y pensé que me iba a matar o a llevarme con él, pero vio que no era un adulto y decidió irse quemando mi casa, rompí el cristal de la ventana y me tiré en un matorral que teníamos
en la entrada y me puse a correr dirección a la comisaría de policía, cuando llegue les conté lo ocurrido y no me creyeron, así que me dejaron allí para dormir y al despertar desperté en mi casa, fui a ver a mis padres a ver si todo estaba bien y si, no había pasado nada, pero desde ese día siento que algo me observa y está conmigo allá a donde quiera que vaya.