G. R: 26-F
“La diferencia entre el sexo y la muerte es que
uno se muere en soledad y además nadie se ríe
de uno”.
WOODY ALLEN.
Cineasta estadounidense.
Una ansiedad creciente hizo que Diego suspendiera
la cena y con el impermeable ajustado se encaminó
calle abajo.
El encuentro que mantendría con Gloria R. esa
noche debía ser en secreto. En el trayecto le pareció
que mil ojos blancos, testigos mudos de su
incursión nocturna lo estaban acechando.
Una vez juntos, la saludó con un beso y de
inmediato comenzó a limpiar las múltiples heridas
y excoriaciones que presentaba su cuerpo. Sacó un
peine del bolsillo trasero de su pantalón para
alisarle el cabello, finalmente cuando estuvo
maquillada y su apariencia había mejorado
comenzó a besarla. El clímax fue en aumento hasta
que terminó en una cópula apasionada.
Posteriormente, distendido le colocó en el dedo
mayor del pie derecho un cartón blanco con los
siguientes caracteres autoadhesivos: G.R: 26-F.
Luego acomodó a Gloria en la camilla móvil y la
deslizó hacia el interior del nicho, para cerrar la
puerta del gigantesco refrigerador. Antes de salir,
Diego echó un vistazo y apagó la luz de la Morgue
Municipal.