IN SITU
“Me acuerdo el día en que le abrí la .
puerta a una empleada del censo…
me la comí con ensalada y un buen .
Chianti”..
HANNIBAL LECTER.
Asesino serial y caníbal.
El cadáver de la mujer cuelga de los pies sujetos por dos
grilletes embutidos en la pared. La garganta presenta un
corte horrendo por donde derrama sangre en exceso, su
rostro es una máscara grotesca, debido a que la carne de
sus mejillas fue arrancada a dentelladas.
La casa está llena de policías, de vecinos curiosos y la
prensa. Esperan impacientes detrás de la cinta de
vallado. El ulular de las sirenas y la luz intermitente de
las balizas convierten el lugar en un carnaval siniestro.
Tuve que prestar ayuda a los enfermeros para colocar el
cuerpo sobre la camilla; ahora, durante el viaje hacia el
Hospital General, conduzco la ambulancia.
Me causa mucha gracia las opiniones de los
investigadores sobre el crimen. Me doy cuenta que
están lejos de apresarme.
"El Terror", en la pluma
de Jorge Cantero