Virgilio Piñera al borde de la ficción (La Habana: Editorial UH / Letras Cubanas, 2015) | Page 34

Juan Goyanarte: Fin de semana * 1
Las novelas, tanto las buenas como las malas, se distribuyen o categorizan, en última instancia, en fatigosas o divertidas. Las primeras se nos caen de las manos; las segundas se nos van metiendo gradualmente por los ojos hasta ganarnos el espíritu... Hay novelas malas interesantes y novelas malas aburridas. Entre estas últimas, pongamos por caso, Los Buddenbrook. La lectura de Fin de semana nos deja la impresión de una buena, de una estimable novela que resulta tediosa. Dicha narración, con los recursos del naturalismo, nos presenta los conflictos y vicisitudes que ocurren en un agitado club de golf. A pesar de su shocking, a pesar de que por momentos nos recuerda a esa novela buena, del tipo divertido o ameno, que es Crome Yellow de Huxley, y no obstante el humour y el nonsense que el autor acierta a poner en el protagonista, Fin de semana suscita un interés harto limitado. No dejamos de reconocer que constituye un buen recurso literario esa muralla levantada a lo largo de los terrenos del club( uno no puede dejar de pensar en la Gran Muralla China y en el relato que de ella nos hace Kafka), como también otras excelencias de igual naturaleza.
No importa que el autor haya cumplido con todos los requisitos exigidos para escribir una buena novela: sentido del tiempo y del espacio, desarrollo proporcionado, lenguaje cuidado, poder imaginativo, diálogo feliz, etc. Todo eso queda invalidado por el imperioso tedio que expande. ¿ Qué falta, pues, en Fin de semana? Cabría formular aquí la vieja cuestión del secreto de ciertos productos famosos. Además de la fórmula consabida: ¿ qué tienen que son tan buenos? O bien, ¿ qué ponía Balzac en sus novelas para interesar a sus lectores? Claro que La comedia humana, como dirían los preceptistas, adolece de muchos defectos, pero nunca se la podría tildar de tediosa o inconvincente. No
* El Hogar, Buenos Aires, 7 de febrero, 1956, p. 54.
1 Juan Goyanarte: Fin de semana, Editorial Goyanarte, Buenos Aires, 1955.