Vigésimo primer Informe de Calidad de Vida en Bogotá Informe-Calidad-De-Vida-2019 | Page 8
Informe de Calidad de Vida en Bogotá
junio de 2019, ocurrieron 9.836 robos en TransMilenio
(54 al día) y 706 al interior de buses del SITP (4 diarios);
así mismo, ocurrieron 5 hurtos diarios en buses del
SITP provisional (828 casos). El 20% de los hurtos a per-
sonas sucedieron en el transporte público.
En el 2018, se reportaron 104.514 hurtos a perso-
nas. Chapinero, Santa Fe y La Candelaria, las localida-
des con mayor tasa de hurtos a personas. El celular fue
el elemento más robado (65.066 en 2018). Vale anotar
que disminuyó el hurto de automotores en un 8% y el
de motos, en un 12%.
Hay que mejorar las intervenciones en varios sen-
tidos: Mejorar intervenciones en cadena criminal (re-
ceptación, comercialización y venta ilegal). Fortalecer
la gestión e investigación policial y el proceso judicial.
Desarrollar estrategias para la resolución pacífica de
conflictos e involucrar más a la comunidad en los te-
mas de seguridad. Tambien hay que mejorar el proceso
judicial, y eso requiere el concurso de todos los actores
involucrados.
Por último, es importante trabajar con más acciones
en el transporte público (hoy concentra el 20% de los
hurtos en la ciudad), en TM se registran en promedio
1.262 hurtos al mes, equivalente a robar 8 buses con
capacidad llena.
Al igual que seguridad, en temas de movilidad hay
grandes retos. Razón por la cual, nuestra séptima re-
flexión sobre el particular, pues esta implica apostar-
le a los modos de transporte sostenible y facilitar los
desplazamientos de los bogotanos en armonía con el
desarrollo urbano de la ciudad.
Para empezar, el parque automotor se duplicó en la
última década. Hoy, por cada 3 habitantes hay 1 vehícu-
lo a motor y por cada moto, hay 4 carros. De continuar
el ritmo de crecimiento actual, en 2025 habrá más de 3
millones de vehículos. Hoy circulan 2´393.077 matricu-
lados en Bogotá.
Ahora bien, a pesar de la baja satisfacción, el trans-
porte público es el más usado. Seis de cada 10 capi-
talinos se mueven en él, pero solo el 13% de quienes
usan TransMilenio se sienten satisfechos con su servi-
cio y un 25% de los usuarios del SITP están conformes
con éste. No obstante, entre 2016 y 2018, disminuyó
en un 9% el número de pasajeros del SITP y en un 2%,
el de TransMilenio.
Vale la pena descartar lo hecho por la ciudad, para
proteger la vida de los más vulnerables en la vía. Entre
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2014 (606) y 2018 (514), se redujo en un 15% el núme-
ro de muertes (92 fallecimientos menos). Aunque las
cifras vienen bajando, hoy los peatones representan el
47% de las víctimas fatales. Su interacción más peli-
grosa es con la motocicleta: 80 peatones murieron en
siniestros viales donde la moto se vio involucrada. Los
buses, incluyendo el TPC, zonal y troncal, se vieron invo-
lucrados en la muerte de 50 peatones. Hay que prestar-
le atención al incremento de ciclistas fallecidos en las
vías (14% más entre 2014 y 2018).
Las recomendaciones de los expertos en la materia,
le apuntan a priorizar la calidad del servicio y la se-
guridad en el transporte público masivo. Continuar con
la estrategia Visión Cero. Trabajar en gestión del tráfico
y planeación financiera. Favorecer un transporte ami-
gable con el medio ambiente y generar consensos en
proyectos estratégicos de movilidad.
En lo que respecta a los temas ambientales, hoy el
gran desafío ambiental urbano que tiene la ciudad, es
mejorar la calidad del aire.
Aunque viene mejorando la calidad del aire, todavía
no cumple con los estándares establecidos por la OMS.
En 2018, Bogotá tenía un nivel de concentración PM10
de 39 micras por metro cúbico, muy por encima del ni-
vel permitido por la OMS: 20. En PM2.5, ese valor fue
de 17 micras por metro cúbico (la OMS permite 10). Sin
embargo, el aire viene mejorando: en 2014, esos valores
eran de 52 y 24 micras por metro cúbico, respectivamen-
te. En 2014, la industria aportó el 54% de las emisiones
de PM por combustión en la ciudad; las fuentes móviles,
el 44% y los incendios forestales, el 2%. Kennedy sigue
registrando la peor calidad del aire de la ciudad.
Las soluciones tienen que ir más allá de la coyuntu-
ra. Como por ejemplo, priorizar la implementación del
Plan decenal de descontaminación del aire, regular el
transporte de carga y ejercer mayor inspección y vigi-
lancia a las industrias e incrementar el arbolado urba-
no y la cobertura verde en el espacio público.
Los árboles son fundamentales pues contribuyen a
limpiar el aire, proveen sombra, atenúan las fuertes llu-
vias, sirven de hábitat para las aves y reducen el efecto
de ola de calor.
Y es que el tema de la calidad del aire, es lo que
más insatisfacción genera a los bogotanos, seguido
de las basuras y escombros en las calles. Se estima
que el 25% de los residuos que se producen en la ciu-
dad son aprovechados.