Vida Médica Volumen 77 N°2 2025 2 | Page 17

VIDAMÉDICA / Entrevista
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Destacada infectóloga, ha dedicado su carrera a combatir el VIH / SIDA. Se tituló en la Universidad de Chile y se especializó en la Universidad de La Frontera. Desde 1991 trabaja en el Hospital Dr. Hernán Henríquez Aravena, donde fue pionera en la atención de pacientes con VIH en tiempos de fuerte estigmatización. Actualmente, se desempeña como jefa del Servicio de Infectología de dicho establecimiento.
Por Patricio Azolas Álvarez

Orgullosa de sus raíces palestinas, agradecida de haber cumplido sus metas en la vida, pero profundamente preocupada por la situación que afecta a Medio Oriente, la Dra. Carolina Chahín Ananía es el fiel reflejo de la vocación médica y de la verdadera preocupación por el prójimo, por el paciente, por quien necesita más que una atención médica: acompañamiento en su enfermedad. Es una convencida de que la medicina no debe permitir que se olvide su formación humanista.“ Hay que humanizar esta carrera”, señala. La Dra. Carolina Chahín es médica internista e infectóloga, jefa del Servicio de Infectología del Hospital Dr. Hernán Henríquez Aravena de Temuco. Se formó como médica en la Universidad de Chile y realizó su especialidad en la Universidad

'' de La Frontera. Ha sido parte fundamental en la creación de la

El VIH sigue siendo un tema candente. Lo que nosotros constatamos es que más de la mitad de nuestros pacientes llega con enfermedad avanzada, lo que implica un pobre pronóstico. Si las personas tuvieran acceso al testeo de
Corporación SIDA Chile y de la Red Latinoamericana de VIH / SIDA. Su trayectoria y compromiso con la salud pública la han hecho merecedora de importantes reconocimientos, entre ellos el premio“ Médica Destacada 2021” del Colegio Médico Araucanía y la distinción como“ Ciudadana Destacada de Temuco” en 2018. En 2025, fue reconocida a nivel nacional por el Colegio Médico de Chile con el premio“ Médica Destacada 2025”, en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer. Tuvo una infancia muy ligada a la naturaleza y a su familia. Su familia paterna y materna proviene de Palestina.“ Mis abuelos maternos llegaron a Santiago, pero tenían algunas propiedades en la Araucanía, en la zona de Angol; y mis abuelos paternos llegaron primero a Lautaro y finalmente a Curacautín, donde se asentaron”, explica. Ella nació en Temuco, al igual que sus hermanos— es la del medio de cinco—. Su padre, médico cirujano, dirigió el Fondo de Solidaridad Gremial y Bienestar Social del Colegio Médico durante los difíciles años de la dictadura militar, destaca la especialista. Llegó a Santiago a los seis años para ingresar como interna, junto a su hermana mayor y un hermano, al colegio Dunalastair, que posteriormente se convirtió en el Grange School. Al término de su escolaridad, estudió Medicina en la Universidad de Chile. Tras titularse, se casó con su actual marido, un destacado abogado— también de origen palestino—, y se trasladaron a Temuco.
forma más masiva y abierta, no llegarían en esa condición
Formaron una familia compuesta por una hija abogada— doctora en Derechos Humanos— y un hijo ingeniero civil, que recientemente terminó su tesis de magíster en Educación.“ Y una nietita chiquitita, la Marian Victoria, que es la cosa más linda del mundo; nació en Escocia y, bueno, la verdad es que ella es una alegría y se lleva todos los regaloneos”, confiesa con orgullo y cariño.
UNA MEDICINA MÁS ROMÁNTICA, MÁS HUMANA Desde temprana edad, la Dra. Chahín tuvo un interés claro por la medicina. Cuenta que su padre, con la mejor de sus intenciones, le decía que tenía una visión romántica de la profesión y que sería mejor optar por otra carrera, como Ingeniería Comercial. Sin embargo, fue su tío abuelo, el Dr. Antonio
Sainz, quien la incentivó a seguir ese camino.“ Trabajé en un cargo en el Programa de Ocupación para Jefes de Hogar( POJH) durante la dictadura militar, en el año‘ 85, cuando llegamos a Temuco. Y bueno, es difícil llegar a un lugar donde nadie te conoce. Hice todos mis estudios en Santiago, así que llegué acá sin vínculos en el ámbito médico. Estuve dos años trabajando sola

'' en un consultorio, atendiendo a veces hasta 50 pacientes al día. Fue una experiencia tremendamente dura: un lugar que no conocía, en un contexto de pobreza muy grande … estamos hablando del año‘ 85. Era tan poco lo que una podía hacer. Y mientras estaba en ese trabajo, mi padre me dijo:‘ tienes que seguir especializándote’, y me ayudó económicamente para hacerlo. Así comenzó mi formación en Medicina Interna, y luego fui construyendo mi camino en el área de la infectología”, relata. En este sentido, la Dra. Chahín agrega:“ partí sola por muchos años. Primero había que dar a conocer qué era la infectología, porque aquí en el hospital no se conocía. Había que demostrar en qué consistía el trabajo, cómo vincular la microbiología con la visita a los pacientes, con la evaluación del consumo de antibióticos … todo eso que hoy ya está ampliamente difundido. Pero trabajé muchísimos años sola. Y a veces miro para atrás y me pregunto: ¿ cómo pude hacer eso sola en el hospital?”.

UN INCESANTE TRABAJO CONTRA EL VIH En su discurso en el Día Internacional de la Mujer realizado en el Colegio Médico, se emocionó al recordar a los más de 150