Vida Médica Volumen 75 N°3 2023 3 3 | Page 8

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VIDAMÉDICA / COLUMNAS DE OPINIÓN

COLUMNAS DE OPINIÓN

ACREDITACIÓN OBLIGATORIA DE LOS PROGRAMAS DE FORMACIÓN DE ESPECIALIDADES MÉDICAS
CONSIDERACIONES ÉTICAS EN LA HUELGA MÉDICA
Dra . Carmen Gloria Aylwin Presidenta Asociación Sociedades Científicas Médicas
Estamos asistiendo a un serio retroceso en el control de calidad en la formación de especialistas , en que el 80 % de los programas de postítulo impartidos en el país no están acreditados . En 2005 , la Ley 19.937 / DFL-1 estableció que la calidad de especialista se define por certificación e inscripción en el registro oficial de prestadores de la Superintendencia de Salud ( SS ), considerando a las universidades como entidades certificadoras de quienes egresan de “ programas universitarios de formación de especialidades que se encuentren acreditados ”. A su vez , registrarse como especialista en la SS , es un requisito para ingresar al Sector Público de Salud , FONASA , y un componente de Garantía de Calidad del AUGE . El espíritu de la citada ley fue el aseguramiento de la calidad de la formación de los especialistas y , por ende , asegurar una atención de calidad a los pacientes . En este contexto , cuesta entender y es una contradicción , que las leyes 20.129 ( 2006 ) y 21.091 ( 2018 ), sobre aseguramiento de la calidad en la educación superior , consideren voluntaria la acreditación de los programas de formación de especialistas médicos . No parece estar de acuerdo la SS que revocó de sus registros a 92 programas de formación por acreditación vencida . La acreditación es un “ sello de calidad ” que permite entregar la certeza que los egresados de un programa cumplen con estándares mínimos para ejercer adecuadamente su especialidad y asegurar calidad en la atención sanitaria que espera la sociedad . La comunidad médica , a través de sus instituciones , ha sido la principal impulsora de la acreditación de Centros Formadores . Los primeros requisitos de calidad en la formación de especialistas fueron introducidos en 1980 , por la Asociación de Facultades de Medicina ( ASOFAMECH ). En 2009 , con el apoyo de la Academia de Medicina del Instituto de Chile , la Asociación de Sociedades Científicas Médicas de Chile ( ASOCIMED ), el Colegio Médico de Chile ( COLMED ) y ASOFAMECH , nace la Agencia Acreditadora de Programas y Centros Formadores de Especialistas Médicos APICE , destinada a promover y garantizar la calidad del proceso formativo de los especialistas . A los nueve años cesan sus funciones al eliminarse por ley las agencias acreditadoras . APICE alcanzó un gran prestigio , desarrollando una cultura de acreditación y logró acreditar al 62 % de los programas universitarios existentes . La no obligatoriedad de acreditación subestima la responsabilidad del médico en la práctica de la medicina especializada . La Academia de Medicina , el COLMED y ASOCIMED hemos manifestado nuestra profunda preocupación por el aseguramiento de la calidad en la formación de especialistas , efectuando múltiples esfuerzos ante las autoridades para buscar fórmulas que aceleren los procesos de acreditación , enlentecidos desde que esta responsabilidad está exclusivamente a cargo de la Comisión Nacional de Acreditación ( CNA ). Reconocemos que esta institución ha entendido la importancia de este proceso y ha aumentado la velocidad de acreditación , sin embargo , con acreditación voluntaria hay pocos programas que se presentan al proceso . Es deber del Estado garantizar la calidad de los prestadores individuales de salud . No es posible seguir postergando por decretos la obligatoriedad de la acreditación que está pendiente desde el año 2005 . Continuaremos buscando garantizar la calidad de la formación de especialistas y asegurar la atención que merecen las personas que viven en nuestro país .
Dr . Fernando Novoa Depto . de Ética COLMED
La huelga es un recurso legítimo de los trabajadores para exigir condiciones laborales justas . En el caso de las huelgas médicas , éstas suelen darse ante necesidades profesionales y laborales que no han sido satisfechas adecuadamente . La escasez de recursos técnicos para la atención de pacientes , por ejemplo , es un factor de daño yatrogénico que médicas y médicos no pueden tolerar . Las malas condiciones de trabajo , la sobrecarga laboral , las remuneraciones excesivamente bajas , la inseguridad en el lugar de trabajo o la negación de derechos laborales igualmente atentan contra la adecuada atención médica , pues no podemos olvidar que , como trabajador , el médico también debe contar con una situación laboral mínima aceptable para otorgar una buena atención . Sin embargo , aquí también se plantea un grave dilema moral , dado que la suspensión organizada de cuidados médicos produce siempre perjuicios a los pacientes , víctimas inocentes del conflicto . Debido a las graves consecuencias de dejar de atenderlos , estas movilizaciones requieren gran responsabilidad de parte de las y los líderes gremiales antes de decidir la paralización de actividades en los establecimientos sanitarios .