VIDAMÉDICA / MÉDICOS LITERATOS { 71 trabajar con ellos , como los profesores Raúl Osorio y Carlos Gómez-Rogers . Las notas biográficas son completas y detalladas , pero amenas . Cierto que al irse estos maestros dejan un vacío difícil de llenar , pero también dejan la herencia de su obra y sus discípulos , de los cuales el mismo autor es un ejemplo notable . En la crónica Momentos Infernales en la Maternidad , Jorge aparece como actor en momentos difíciles , en los cuales mostró liderazgo y eficiencia , lo que es relatado con realismo . Refleja bien sus valores y amplitud de miras , pero lo hace con modestia encomiable . Recuerdo la noche del terremoto , un 8 de Julio de 1971 , cuando mi esposa y yo veníamos de celebrar a mi madre , el día de Santa Isabel ; ansioso de llegar a casa a ver si nuestros hijos estaban bien . ¿ Podría haber pensado en ese momento que en el viejo edificio de la Maternidad ( donde mi hermano y yo nacimos ) se vivía el drama tan vívidamente descrito ?. Pienso que en Julio de 1971 Jorge habría recién completado su entrenamiento en Obstetricia y Ginecología . El relato revela el dramatismo de la situación , el pánico , el caos de la huida , los recién nacidos abandonados o perdidos , así también como el heroísmo del personal y el liderazgo de los médicos , particularmente el que practicaba una cesárea en el momento del sismo . Este hecho es descrito junto con otro “ momento infernal ”, el paro de 24 horas de las Matronas , aproximadamente un año antes . Si bien no tuvo el dramatismo del sismo , también es una situación que requiere de liderazgo y voluntad para reducir la consecuencia de no tener a profesionales esenciales en una maternidad . Cinco médicos , entre los cuales estaba el autor , aún becario , tuvieron que cubrir el trabajo de 18 matronas más el de los médicos , en una especialidad en que las acciones electivas son un mínimo comparadas con las urgencias que no respetan horarios . El Gato Placentero es otra crónica notable . El título es genial , porque el gato no era ni apacible ni agradable ( el significado de “ placentero ”), sino un animal agresivo y huraño que comía placentas , lo cual lo hacía “ placentero ”. Amena historia y muy de nuestro ambiente e idiosincrasia , porque ¿ para qué atornillar la tapa del recipiente donde se depositaban las placentas para ulterior examen , cuando habría que abrirlo y cerrarlo tantas veces al día ? La última crónica , Las Pinturas de Lina Mollett y la pulsera de Beirut es un broche de oro para el libro . Son dos historias hermosas que convergen décadas más tarde . Las pinturas de Lina Mollett , que databan de 1898 , fueron encontradas y rescatadas del abandono en la feria persa Bío-Bío , en 1980 , por Jorge . Los cuadros , esmeradamente limpiados y reparados , despertaban curiosidad , pero no fue posible identificar a la artista . La curiosidad fue disminuyendo , pero permaneció latente , hasta el año 2020 , cuando leyendo una reseña histórica de Copiapó , el Dr . Hasbún encontró que el primer Liceo Fiscal de Niñas en Chile había sido fundado en esa ciudad en 1877 . El documento también cuenta de una profesora de artes plásticas traída de Inglaterra , Lina Mollett , quien llegaría a ser la segunda directora de establecimiento , siete años después de haber pintado aquellos cuadros . Esto reavivó el recuerdo de los eventos alrededor de la “ pulsera de Beirut ”, los cuales habían ocurrido en 1967 cuando la pulsera en cuestión que su madre perdió en Londres , solo semanas después de comprarla en Beirut , fue encontrada por un ciudadano inglés quien la llevó a la misma estación de policía donde Jorge había denunciado su pérdida . En un acto de insólita honradez , la preciada pulsera volvió a sus manos apenas unos meses más tarde . Más de cincuenta años después , cuando descubre quien era la artista inglesa autora de esas pinturas , el recuerdo de la pérdida y la recuperación de la pulsera generó en él un impulso ( una pulsión lo llama ) de devolver la mano y encontrar a los descendientes de Lina Mollett , para ofrecerles la posibilidad de rescatar la obra de una antepasada , muy probablemente recordada como “ interesante , sensible y valiente ” como él Dr . Hasbún la imaginara después de conocer su historia y contemplar sus cuadros por horas .