ESPECIAL TRABAJO EN EQUIPO
“Las decisiones médicas de tratamiento no
se adoptan libremente entre el paciente y
su médico, sino que están mediatizadas por
aspectos administrativos”
Pedro Barría Gutiérrez, abogado Jefe Unidad de Mediación
en Salud del Consejo de Defensa del Estado.
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capacitación a nivel de todo el país para trabajar con los fun-
cionarios en temas de humanización y así darles herramien-
tas para que puedan entender lo que le pasa tanto al enfermo
como a su familia y por sobre todo, lo que nos pasa a nosotros,
como equipo de salud, frente al dolor y sufrimiento de la en-
fermedad”, señala el doctor José Alvear a cargo del programa
del Minsal.
¿Pueden las instituciones otorgar un trato más humano? Si la
institucionalidad la conforman las personas, es factible pen-
sar que se puede dirigir una institución con valores que guíen
el cuidado en la atención. La actual corriente humanizadora
no busca poner en duda la humanidad desplegada por los
profesionales. La mirada del trabajo en equipo para otorgar
prestaciones de salud integrales, sin perder la calidad y la hu-
manización de la atención, es un reto mayor para recuperar el
sentido original de la medicina.
NUEVAS PRIORIDADES: LOS CUATRO FINES DE LA MEDICINA
“Nos enseñan a programar a la perfección un equipo de ven-
tilación, a entregar un mejor tratamiento médico, pero se nos
olvida que todo ese esfuerzo es para un ser humano, que tiene
familia y parientes que lo quieren”, señala la enfermera Rojas
Jara.
A su juicio, la deshumanización en el trato se debe, entre otras
cosas, al avance vertiginoso de la tecnología en medicina, que
nos permite extender la sobrevida de los pacientes, pero que
no nos advierte sobre las habilidades que debe desarrollar el
equipo médico ante esta nueva realidad.
Destaca que un paciente cuidado por sus familiares tiene me-
nos y más cortos episodios de delirium, que es el desconcierto
y desorientación que algunos pacientes sufren después de es-
tar sometidos a muchos días de hospitalización. “Se ha regis-
trado que los pacientes que reciben visitas de sus familiares
más frecuentemente, sufren menos estrés y logran recuperarse
más prontamente”, expresa la enfermera.
Rojas también señala que hay que tener en vista los cuidados
del profesional de la salud en la prevención y manejo del sín-
drome de desgaste profesional (burn-out) y del síndrome post-
UCI, las que tienen secuelas físicas, psicológicas y sociales,
como también formación en habilidades como la resiliencia,
trabajo en equipo, relación de ayuda (counselling), empatía,
escucha activa, compasión.
El Proyecto HU-CI desarrolló el Manual de Buenas Prácticas
de Humanización, que contiene 160 propuestas de medidas
concretas para hacer de las Unidades de Cuidados Intensivos
lugares más amables para pacientes, familiares y equipos.
MINSAL
En Chile, el Ministerio de Salud está implementando un pro-
grama de capacitación en diversos centros de atención de
salud a través de la Unidad de Acompañamiento Espiritual
y del Programa Humanización del Trato del Usuario. “Es una
El filósofo estadounidense Daniel Callahan, uno de los pioneros en la
bioética, dirigió en 1990 un trabajo que aún es referente en la materia:
“Los fines de la medicina”. La hipótesis que motivó su investigación
fue que: el progreso de la ciencia médica y la biotecnología y el aumen-
to de las necesidades humanas la escasez de recursos para satisfacer-
las habían producido un cambio radical que obligaba a pensar de nuevo
la medicina. Es así que los fines tradicionales de la medicina (salvar y
prolongar la vida, promocionar y conservar la salud, aliviar el dolor y
el sufrimiento), y no sólo sus herramientas, instrumentos y formas de
proceder, se sitúan en controversia y se cuestionan con el propósito de
actualizarlos y redimensionarlos.
Con estos presupuestos, el documento avanza en los cuatro nuevos
fines de la medicina:
1. La prevención de enfermedades y lesiones y la promoción y la con-
servación de la salud.
2. El alivio del dolor y el sufrimiento causados por males.
3. La atención y curación de los enfermos y los cuidados a los
incurables.
4. La evitación de la muerte prematura y la búsqueda de una muerte
tranquila.
Daniel Callahan: “En muchos casos, una técnica completamente im-
personal resulta aceptable, e incluso deseable, como en traqueotomías
de urgencia, reanimaciones cardiopulmonares y muchos tipos de ci-
rugía de alta tecnología; pero lo más común es que se requieran tam-
bién cuidados. Los cuidados no consisten simplemente en manifestar
preocupación, conmiseración y disposición a hablar con el paciente;
comprenden también la capacidad para hablar y escuchar de un modo
que demuestra conocimiento de los servicios sociales y asistenciales
necesarios para ayudar al paciente y a su familia a afrontar una amplia
gama de problemas no médicos que pudieran acompañar, como nor-
malmente ocurre, a su padecimiento”.
Si bien no todos los estudios han encontrado que la fatiga o cansancio del médico conduce al daño del paciente, sí sugieren que aumenta el riesgo del error en la atención.