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VIDAMÉDICA / FalmedEduca
Aliviar el dolor y sufrimiento son los deberes más antiguos de la medicina:
RECUPERANDO LA
HUMANIZACIÓN EN LA
ASISTENCIA MÉDICA
Históricamente, la medicina fue considerada un símbolo de humanización y la relación médico paciente se basaba
en el servicio y ayuda al prójimo, velando por sus necesidades. Sin embargo, la creciente tecnificación de la asistencia
sanitaria, el aumento de la presión asistencial y las urgencias administrativas, han impuesto una brecha entre el médico,
los pacientes, sus familias y los equipos.
Por Alejandra Moreira B. y Mariela Fu R.
L
a medicina, especialmente desde la segunda mitad
del siglo pasado, vive un explosivo desarrollo cien-
tífico y tecnológico. Las disciplinas de la salud ad-
quieren una eficacia en sus diagnósticos y en sus terapias. La
antigua máxima de que los médicos no ven enfermedades, sino
enfermos, va perdiendo fuerza, en respuesta a las crecientes
demandas de comunidades cada vez más numerosas.
El bioeticista norteamericano Mark A. Siegler, autor de “Las
tres edades de la medicina y la relación médico-paciente”
estima que tras una era enfocada predominantemente en el
médico (paternalismo) y una era del paciente (autonomismo)
nos encontramos frente a una nueva era de la medicina de la
burocracia (o «del financiador»), la cual supone la conversión
del médico en gestor. Una de las exigencias de esta nueva era
es que el médico integre en la toma de decisiones el criterio de
asignación de recursos, equilibrando los deseos del paciente
con la eficiencia y conveniencia social e institucional.
“A diferencia de las dos etapas anteriores, los deseos de pa-
cientes y médicos se someten cada vez más a los deseos de
administradores y burócratas. Esta situación distorsiona la
relación médico-paciente y supone su mayor reto en tres mil
años de historia”, señala el autor.
En este contexto, ¿sobrevivirá la relación médico-paciente?
Según Siegler, teniendo en cuenta que la medicina tiene el
objetivo fundamental e inalterable de ayudar a los pacientes,
la toma de decisiones compartida es la única vía posible para
recuperar el quiebre de la relación.
REHUMANIZAR LA ATENCIÓN Y LOS EQUIPOS
El Jefe Unidad de Mediación en Salud del Consejo de Defensa
del Estado, el abogado Pedro Barría Gutiérrez, acaba de lanzar
en junio pasado su libro “Democracia terapéutica”, en una ac-
tividad encabezada por la presidenta del Colegio Médico de
Chile, Dra. Izkia Siches. En él, el abogado analiza la pérdida
del objetivo principal del ejercicio profesional médico. “Si el
foco sólo es curar y nos enfrentamos a enfermedades incura-
bles, se pierde el objetivo de la medicina. Sin embargo, si el
objetivo principal es cuidar, como era antes, la medicina reco-
bra su esencia”, señala Barría en entrevista para la presente
edición especial.
A su juicio, es urgente rehumanizar la medicina. “El lucro y
la eficiencia como gestores de las actividades sanitarias han
terminado con la medicina. Esta es una relación entre perso-
nas: médicos y/u otros profesionales sanitarios; y pacientes,
familiares y cercanos”, manifiesta.
“Yo conocí una medicina en el que el contacto entre el médico
y el paciente era diario, fuerte y permanente, en un esquema
en que los médicos atendían en el hospital público en la maña-
na, en la tarde atendían en la consulta particular y en la noche
hacían visitas domiciliarias. Pero luego se fue produciendo un
divorcio entre los médicos y los pacientes que a mi juicio tiene
causas estructurales pero también humanas”, agrega. Y expli-
ca: “estructurales, porque las administraciones hospitalarias
entienden por eficiencia sólo al mayor número de pacientes
que se atienden en una hora y humanas por la falta de empatía
con los pacientes y sus familiares”.
El abogado salubrista subraya que “toda acción o actuación
médica, se desarrolla en el marco de esta relación humana, sin
embargo, esta relación se ha transformado en un vínculo clien-
telar. Los enfermos ya no son pacientes, sino usuarios, cotizan-
tes o clientes. Los médicos han pasado a ser prestadores. Las
decisiones médicas de tratamiento no se adoptan libremente
Revelar un error es similar a dar malas noticias. Debe incluir una sincera descripción de la naturaleza del error, sus consecuencias, y las acciones correctivas emprendidas.