Vida Médica Volumen 71 N°1 - 2019 | Page 54

54 FalmedEduca “La información del evento adverso podría conllevar un riesgo jurídico, sin embargo esto depende del paciente y su comprensión, de la forma y oportunidad de la información, del apoyo por parte de colegas y la institución” Carmen Gloria Pierart Abogada del Departamento Jurídico de Falmed “Cuando uno le dice a una familia: yo entiendo que aquí hay mucha rabia, mucha angustia; o entiendo que aquí hay mucho miedo, desconfianza, logra que las dos partes se hagan cargo. No hay que tenerle miedo a eso” Dra. Anamaría Arriagada Integrante del Departamento de Ética del Colegio Médico miedo, desconfianza, logra que las dos partes se hagan cargo. No hay que tenerle miedo a eso”, dice la Dra. Arriagada. Lograda la apertura, los pasos siguientes son la narrativa, entendida como la entrega de información que entregue un recuento cronológico de los even- tos ocurridos y responder las inquietudes; etapa que nos dará las primeras señales de la posición que encontraremos en el paciente y sus familiares. En este sentido, la sicóloga María Luz Bascuñán y la Dra. Anamaría Arriagada se refieren a su manejo, donde la rabia e indignación son los primeros sentimientos en aparecer, sin embargo se deben entender como parte del proceso de recepción de información adversa. El profesional que informa “debe permitir que estas emociones sean expresadas y el hecho de no interrumpir al paciente y dejarlo manifestarse, le ayuda a digerir la si- tuación”, explican. La última fase de este protocolo incluye la elaboración, en conjunto, de un plan de acción que demuestre el compromiso del profesional y la institu- ción, centrados en el bienestar del paciente. TEMOR A LA JUDICIALIZACIÓN La realidad internacional da cuenta que la judicialización de la medicina es un fenómeno que va creciendo, e incluso en países como Estados Unidos la ocurrencia de errores médicos ya se convierte en un problema sanitario. El artículo “Análisis de las barreras y oportunidades legales-éticas de la comunicación y disculpa de errores asistenciales en España”, escrito en- tre otros autores por Priscila Giraldo, del Servicio de Epidemiología y Evaluación del Hospital del Mar, Barcelona, y Josep Corbella, del mismo recinto asistencial, entre otros autores, recogió la mirada que tenían aboga- dos expertos en derecho sanitario-bioética ante la comunicación del error médico. El estudio, que incluyó la participación de 46 especialistas, arrojó que el 84,7% creía que siempre debían comunicarse los eventos adversos; además 97,8% respondió que era necesario que también se informaran las causas y posibles soluciones ante el error, y el 73,9% que la comunicación del error debía ser incluida en la ficha clínica. “Se identificó que la principal oportunidad derivada de una comunicación es la mejora de la confianza entre el/la médico/a y el/la paciente y sus fami- liares”. Sin embargo, el miedo a las consecuencias legales, a los medios de comunicación o a la reacción de la profesión se identificó como la barrera de mayor índoles”, mencionan los autores españoles en el artículo. La Dra. Anamaría Arriagada y la sicóloga María Luz Bascuñan tam- bién abordan esta relación entre comunicar un error y la judicialización. Plantean que no existe información certera que asocie la comunicación del error con el aumento de demandas o acciones legales contra el médico; y, por el contrario, enfatizan que el reconocimiento y responsabilidad del daño favorecerán al profesional, incluso al enfrentarse a un escenario judicial. La integrante del Departamento Jurídico de Falmed, abogada Carmen Gloria Pierart, destaca que informar un evento adverso, por una parte, bene- ficia al paciente al permitir buscar soluciones de forma precoz y apropiada, disminuyendo no solo su estrés, sino también el del facultativo. “Para el profesional puede disminuir el estrés, estrecharía la relación mé- dico – paciente, podría disminuir los reclamos y litigios o mejorar la posi- ción del demandado en caso de que estos se produjeran, permitiría aprender de los errores y aceptar la responsabilidad pudiendo cambiar la práctica Los sistemas de notificación y registro de eventos adversos permiten la recolección de datos sobre los eventos adversos e incidentes. Se recomienda que sean anónimos.