Vida Médica Volumen 71 N°1 - 2019 | Page 52

52 FalmedEduca ¿CÓMO COMUNICAR EL ERROR MÉDICO AL PACIENTE Y FAMILIARES? Un profesional que experimente un evento adverso se enfrentará a la necesidad de transparentar lo ocurrido, siguiendo un protocolo de comunicación para estos casos. La falta de información, improvisación, temores y falsas creencias se convierten en los principales enemigos del facultativo, que impedirán, hacer de esto una oportunidad para generar aprendizajes. Los especialistas ahondan en estos problemas y entregan algunas recomendaciones desde la dimensión ética y legal. Por Paulo Muñoz A. y Marcela Barros M. L a exposición ante los pares, la afectación del presti- gio profesional, la pérdida de estatus, y el temor de enfrentar acciones legales, emergen como los princi- pales temores de quien protagoniza un error médico. ¿Comunicar o callar? Una interrogante que recorre los pasi- llos de hospitales, clínicas y centros de salud, que conlleva un estrés y agobio hacia él o los profesionales involucrados en un evento adverso. En nuestro país, la Ley 20.584 que regula los Derechos y Deberes de los pacientes, de 2012, se hace cargo de esta interrogante y establece en el artículo 4° como un de- recho del paciente ser informado “acerca de la ocurrencia de un evento adverso, independiente de la magnitud de los daños que aquel haya ocasionado”. Desde la dimensión ética, lo que se espera del profesional es una actuación transparente, honesta y marcada por la empatía hacia su paciente y familiares, por lo que será de suma im- portancia la preparación de esta instancia, generando proto- colos institucionalizados, minimizando las probabilidades de improvisación. La Dra. Ruth Stalnikowicz jefa del departamento de Medicina de Emergencia en la Universidad de Hadassah, Israel, expuso sobre “Cómo transparentar el error médico a la familia” en la II Jornada de Bioética en el quehacer hospitalario que realizó la Universidad Católica del Maule en Talca, en noviembre de 2018. La profesional reconoce que quien comete un error se siente “en un estado caótico y es todo junto: el enfrentar al enfermo/ familia, el qué dirán, el posible juicio”, de igual modo “debe ser comunicado (el evento adverso) lo antes posible al enfermo o a su familia. Sugiere la Dra. Stalnikowicz que en paralelo a la información al paciente y/o su familia, se informe también a la administra- ción y al equipo de gestión de riesgos del hospital. “Antes de encontrarse con el enfermo, si hay tiempo, conviene prepararse en consultar con los que estuvieron envueltos en el caso y con el director del departamento; el encuentro debe hacerse lo más cercano al incidente, aunque las cosas no están totalmente claras todavía; el lugar físico debe ser tranquilo, nunca en el corredor; es conveniente que siempre haya un mé- dico más senior y equipo multidisciplinario frente al enfermo y familiares”, destaca. Además agrega que “hay que tratar de averiguar con la fa- milia si a lo mejor no quieren que un médico específico esté presente; hay que entender que se trata de un proceso, que seguramente en el primer encuentro no se dirá todo. En todo caso no hay que esperar al director del hospital o al equipo de gestión de riesgos para comunicarle al paciente que se cometió un error. En Estados Unidos existen coachers o facilitadores generalmente enfermeras o trabajadores sociales que han sido entrenados en el proceso de comunicación de errores y que están disponibles 24/7 para acompañar a los equipos”, explica la Dra. Stalnicowicz. Precisamente, los especialistas coinciden en que el error médi- co ya genera un grado de incertidumbre que se ve incrementa- do si no existe un plan de comunicación. El oncólogo británico, Robert Buckmann, elaboró una pauta de acción referida a la Estudio en Chile concluyó que más de la mitad de los EA fueron de gravedad moderada. Del total, 3.9% fallecieron, en 25% se consideró incapacidad laboral severa y 12% incapacidad absoluta.