Vida Médica Volumen 70 N°2 - 2018 | Page 44

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Sanitarios”, sostiene que“ no hablaría tanto de perfil psicológico. El agresor puede ser cualquiera. El aspecto común suele ser el tiempo de espera: aguardando en consulta o esperando a ser intervenido”.“ La agresión está vinculada a la inmediatez y a la exigencia. Nunca hemos tenido tantos derechos y tantas vías para que sean cumplidos( reclamos, sugerencias y denuncias), pero se recurre a la violencia porque se aprende que da buenos resultados. Se ha tratado de asociar a los agresores con inmigrantes( suponiendo que desconocen la cultura del país), o con bajos niveles de educación. Lamentablemente, existen agresores de todos los sectores sociales. Llama la atención que la violencia se produce en los centros públicos y gratuitos, siendo casi desconocida en los privados”, dice el Dr. Gascón. Así como las agresiones en recintos de salud han proliferado, también ha aumentado el interés de los científicos por entender este fenómeno. Un ejemplo es el estudio“ Violencia laboral en trabajadores del sector salud: revisión sistemática”( Reev. Med. Ch., Palma, Ansoleaga, Ahumada, 2018). Precisa que entre 2011 y 2015 en EE. UU. hay un alza de 21 % de investigaciones, en Italia de un 17 % y en Reino Unido de un 13 %. Latinoamérica está escasamente representada con sólo dos estudios. Entender la amplia complejidad del fenómeno es una tarea pendiente para enfrentarlo. Y, si bien la solución profunda pasa por enfrentar las inequidades del sistema e incrementar su capacidad resolutiva, las soluciones prontas también son necesarias.
De la reacción a la prevención La secretaria de la Agrupación de Médicos Generales de Zona, Dra. Carol Muñoz, es quien ha asumido la coordinación de las acciones para enfrentar este lamentable fenómeno. Explica cómo reaccionan ante una agresión: los MGZ se coordinan con delegados capitulares de la región donde ocurrió el hecho para levantar la información necesaria. Luego se procede con el apoyo del Colegio Médico regional para exponer a las autoridades con el fin de ejecutar acciones: exigir al municipio efectivos policiales, paralización de las atenciones médicas, capacitación para el manejo de agresiones a personal de salud, asesoría legal para enfrentar el caso, entre otras medidas. En marzo de 2017 en el Hospital de Loncoche, los familiares de una paciente fallecida persiguieron a los médicos por los pasillos del recinto y causaron diversos destrozos en bienes de la institución. La Dra. Constanza Gallardo cuenta que se determinó paralizar de las actividades de urgencia; se exigió atenciones psicológicas para todo el personal y se demandó la presencia de la policía para reanudar los servicios.“ Pero esta duró sólo algunos días por falta de carabineros”, aclara. Un año más tarde, en Pitrufquén, un paciente amenazó con arma de fuego al personal y a un médico demandando atención instantánea.“ Habiendo aprendido de la experiencia en Loncoche, rápidamente se coordinó con Carabineros, directivos del servicio y del Colegio Médico para contar con presencia policial y apoyo a los afectados, quienes fueron relevados del turno y luego estuvieron con licencia unos días. El resto del personal también fue evaluado. Además, se mantuvo la atención restringida a pacientes graves y de urgencia vital hasta que se acordaron con los directivos locales condiciones como mejoras estructurales y aumento del número de guardias”, explica la Dra. Gallardo. En Yungay, comuna en la que dos pacientes amenazaron con arma de fuego a un facultativo para exigirle atención rápida en 2017, también tomaron medidas. El delegado MGZ, Dr. Fernando Bórquez, informa que, tras el hecho,“ se instalaron cámaras de seguridad, se aumentó el número de guardias y rondas policiales, además de contar con una radio con comunicación directa entre el hospital y Carabineros para un contacto más directo y fluido”. El Dr. Bórquez agrega que“ está en los planes de construcción una nueva urgencia para el hospital, con espacios más amplios para poder mejorar las condiciones de atención y seguridad, tanto para los usuarios como el mismo personal de salud”.
Trabajo en conjunto En marzo de 2017, la Agrupación de Médicos Generales de Zona realizó una encuesta que consideró la totalidad de los médicos en etapa de destinación( 2.155) y que puso al día los datos. Se recopilaron 1.290 respuestas. Un 69 % dijo haber sido agredido verbalmente y un 7 %, físicamente. En tanto, un 49 % señaló que funcionarios de su establecimiento han sido violentados de ambas formas. Además, el estudio consideró a los 29 Servicios de Salud, de los cuales 983 médicos EDF revelaron haber sufrido algún tipo de agresión junto con sus equipos de salud. El servicio donde se concentraron más agresiones fue en Araucanía Sur( 90 %). Sobre esta base, manifiesta la Dra. Muñoz, se comenzó a trabajar a nivel ministerial, donde se expusieron los resultados y se conformó una mesa intersectorial de trabajo integrada por el Colegio Médico de Chile, la Subsecretaría de Prevención del Delito, la Asociación Chilena de Municipalidades, la Agrupación de Médicos de Atención Primaria de Salud y la Confederación Nacional de Salud Municipal. Entre las medidas impulsadas por la instancia, está la preparación de una nueva encuesta – similar a la que realizó MGZ en 2015 y reactualizada en 2017 –, pero considerando observaciones del Colmed y la Subsecretaria de la Prevención del Delito, para ser derivada a todos los funcionarios de salud y entidades relacionadas( Fonasa, Compin). En esta mesa de trabajo, asimismo, se determinaron acciones de corto, mediano y largo plazo para prevenir agresiones. Se trabajará junto a la Subsecretaría de Prevención del Delito para implementar botones de pánico, instalar cámaras de vigilancia conectadas simultáneamente con Carabineros, y la capacitación en nuevos protocolos de actuación, tanto para