Vida Médica Volumen 70 N°2 - 2018 | Page 19

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La Comisión de Expertos, convocada por el Colegio Médico de Chile y la Escuela de Salud Pública, propuso un Seguro Nacional de Salud a cargo de un organismo autónomo. ¿ Qué piensa de esa idea?
JM: No me parece la propuesta. Un plan garantizado de salud es el camino, pero un seguro nacional de salud a cargo de un organismo autónomo, pienso que es un planteamiento utópico y no me parece realizable en el corto plazo. Hay que reformar Fonasa, con autoridades designadas por el parlamento, inamovibles de sus cargos por un plazo y ese cambio es imprescindible para pensar en que se expanda como un seguro único nacional. Sin ese paso, no es viable.
CC: Un Seguro Nacional permite resolver las inequidades y discriminación. Los países que cuentan con él, como Corea del Sur, Taiwán y Canadá, son mucho más eficientes en costos de administración. Debe ser autónomo para dar garantías de transparencia y probidad y regirse por los más altos estándares de la administración pública, como Codelco o el Banco Central, que cuentan con cierto marco jurídico y legal, un directorio autónomo respecto a los ciclos políticos.
¿ Cuál es a su juicio el rol que deberían cumplir las Isapres en la reforma a la salud? ¿ Cree que la reforma planteada por el gobierno es suficiente?
JM: Lo lógico es que haya una reforma al sistema que cree el plan garantizado que no tenga preexistencias, que cuente con libre movilidad, con misma tarifa para todas las personas y eso debería legislarse muy rápidamente. La reforma del gobierno es insuficiente, pero es un primer paso. El gran cambio debe ser la transformación de Fonasa. Si un gran seguro de salud público lo hace bien, para qué vamos a tener varios sistemas, pero primero Fonasa debe dar prueba de que es capaz de manejarse bien para el 80 % de los beneficiarios de Chile.
CC: Las Isapres, como pasa en muchos otros lugares con los seguros privados, pasan a entregar una cobertura complementaria a la que entrega el Plan de Salud Universal. Esto significa que si uno quiere acceder a una cierta hotelería distinta o una cobertura mayor en determinadas prestaciones que el Plan de salud no entrega, entonces uno puede contratarlo como una prima extra. Esto significa el 7 por ciento de la cotización obligatoria, más los impuestos que pagamos por salud va al seguro nacional.
¿ Cómo evalúa el programa de Gobierno en materia de salud?
JM: Todavía no es claro el programa, falta definirlo, hay una mesa convocada para trabajar una reforma global. Es un espacio intersectorial que tiene plazo acotado, entonces hay que esperar sus resultados, pero todavía no hay una propuesta madura del gobierno.
CC: Estamos a la espera de los resultados de la mesa de trabajo que ha convocado el Ejecutivo. Llama la atención que hay varias propuestas que ya están implementadas o en proceso y no queda tan claro qué es lo novedoso. Aún no hay elementos para hacer un juicio negativo o positivo.
¿ Está de acuerdo con la implementación de un plan de salud universal?
JM: Estoy completamente de acuerdo. Deberíamos atacar rápidamente enfermedades mentales o los desórdenes del ánimo porque en esa materia no lo estamos haciendo bien. El cáncer y todo lo que representan las enfermedades cardiovasculares, incluida la diabetes, deben priorizarse.
CC: Claro. Hace explícito lo que la ciudadanía puede acceder y exigir como beneficio social. La única manera de planificar sanitariamente un sistema de salud, es teniendo claridad respecto a lo que se debe financiar. Este plan debe ser amplio y debería incluir acciones preventivas, ya que nuestro sistema no lo contempla hoy en día.
¿ Qué experiencia internacional debiera seguir nuestro país para mejorar su sistema de salud?
JM: Conozco el sistema de Canadá y para mí es el ejemplo más interesante. Es un único seguro público manejado por las provincias y con financiamiento a actores públicos o privados que compiten entre sí por los fondos del Estado. Es un sistema que lo ha hecho muy bien y es muy similar al de Australia.
CC: El de países que tienen sistemas nacionales y con cobertura universal sin discriminación, como en Reino Unido, Canadá, Corea del Sur y la mayor parte de Europa. Los países desarrollados han avanzado en modelos colectivos para resolver los problemas de salud de la población, donde la responsabilidad no es del individuo sino de la sociedad.