26 } VIDAMÉDICA / SALUD, CULTURA Y SOCIEDAD
Salud, Cultura y Sociedad
EL LENGUAJE DE
LAS MÁQUINAS
En la reciente edición web de la revista PROTO -Massachusetts General
Hospital | Dispatches from the frontiers of Medicine; los editores publican
Babel in the ICU (1), interesante post que aborda lo desvinculados que se
encuentran entre sí los “códigos lingüísticos” de las máquinas que compo-
nen el hábitat de una UCI.
Los errores médicos prevenibles cobran más de 100 mil vidas anualmen-
te, y constituyen en los EEUU la tercera causa de muerte después de las
enfermedades cardiovasculares y el cáncer (2). Sin lugar a dudas, la com-
plejidad de la medicina -y sus estándares- no permite seguir tolerando el
error médico en el confidente habitáculo de nuestra praxis.
El departamento que dirige Julián Goldman en la Universidad de
Massachusetts trabaja para revertir la actual babilonia en que se encuen-
tran los dispositivos y la tecnología sanitaria; y han decidido lanzar un
nuevo estándar internacional en tecnología biomédica: Integrated Clinical
Environment ICE (3); un lenguaje común que permitiría que los disposi-
tivos médicos de un hospital se comuniquen entre sí. La apuesta, según
sus estimaciones, podría reducir en un 35% las consecuencias que trae el
error médico.
La puerta abierta bajo este paradigma es más amplia aún: ¿Cuál es el es-
tándar ético que el mundo de la salud le debe exigir a la industria bio-
médica? La interoperabilidad de los dispositivos en un lenguaje universal
común parece ser una condición básica -dentro de otras- para los desafíos
sanitarios de la actualidad. Pero también es necesario debatir sobre inter-
faces, patentes, garantías; mantención y formación de ingenieros biomé-
dicos, entre otros.
Detectar la fase inicial de la Sepsis en un servicio de urgencia, y la trans-
ferencia de esta información a un equipo de respuesta rápida podría tener
en ICE su vía para canalizar las señales de alarma y brindar una adecuada
y temprana atención. El traslado de un post-operado complejo desde un
pabellón a la UCI debería ir acompañado de la transferencia de toda la in-
formación registrada y ejercida por los dispositivos médicos de un sector a
otro, independiente del cambio de equipo que asume el manejo.
Sin lugar a dudas, por momentos miramos con distancia este debate,
mientras un porcentaje no menor de nuestras unidades complejas sigue
registrando información vital de nuestros pacientes en fichas clínicas de
papel, tinta y el ánimo caligráfico del prosista de turno. En la otra vereda,
la tecnología biomédica sigue adornando nuestra UCI, en una apuesta que
por momentos se reduce a mostrar el último televisor del mercado, con
máquinas incomunicadas entre sí, y que requieren de un traductor expues-
to a ser un intérprete que se equivoca.
El desafío de pensar los dispositivos biomédicos con un lenguaje en co-
mún es una forma de pensar toda nuestra infraestructura sanitaria.
Dr. Claudio Pérez Oliva
(1) Proto Magazine web: http://protomag.com/articles/babel-in-the-ICU
(2) Makary, M. A., & Daniel, M. (2016, 05). Medical error—the third leading
cause of death in the US. Bmj, I2139. doi:10.1136/bmj.i2139
(3) Arney D, Goldman JM, Bhargav-Spantzel A, Basu A, Taborn M, Pappas
G, et al. c. Biomed Instrum Technol [Internet]. 2012;46(4):308–15.