VIAJES DE GULLIBER Swift, Jonathan - Los viajes de Gulliver | Page 91
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que sonaban siempre en épocas determinadas, y la corte estaba preparada para tomar parte
en el concierto, cada cual con el instrumento en que sobresalía.
En nuestro viaje a Lagado, la capital, Su Majestad ordenó que la isla se detuviese sobre
ciertos pueblos y ciudades, para recibir las peticiones de sus súbditos; y a este fin se
echaron varios bramantes con pesos pequeños a la punta. En estos bramantes ensartaron las
peticiones, que subieron rápidamente como los trozos de papel que ponen los escolares al
extremo de las cuerdas de sus cometas. A veces recibíamos vino y víveres de abajo, que se
guindaban por medio de poleas.
El conocimiento de las matemáticas que tenía yo me ayudó mucho en el aprendizaje de
aquella fraseología, que depende en gran parte de esta ciencia y de la música: y en esta
última tampoco era profano. Las ideas de aquel pueblo se refieren perpetuamente a líneas y
figuras. Si quieren, por ejemplo, alabar