VIAJES DE GULLIBER Swift, Jonathan - Los viajes de Gulliver | Page 91

85 que sonaban siempre en épocas determinadas, y la corte estaba preparada para tomar parte en el concierto, cada cual con el instrumento en que sobresalía. En nuestro viaje a Lagado, la capital, Su Majestad ordenó que la isla se detuviese sobre ciertos pueblos y ciudades, para recibir las peticiones de sus súbditos; y a este fin se echaron varios bramantes con pesos pequeños a la punta. En estos bramantes ensartaron las peticiones, que subieron rápidamente como los trozos de papel que ponen los escolares al extremo de las cuerdas de sus cometas. A veces recibíamos vino y víveres de abajo, que se guindaban por medio de poleas. El conocimiento de las matemáticas que tenía yo me ayudó mucho en el aprendizaje de aquella fraseología, que depende en gran parte de esta ciencia y de la música: y en esta última tampoco era profano. Las ideas de aquel pueblo se refieren perpetuamente a líneas y figuras. Si quieren, por ejemplo, alabar