QUIERO CLUB
El Techo es el Suelo
El camino del techo al suelo y viceversa no es fácil. Y no lo ha sido para Quiero Club, que desde 2008 estaban intentando concretar su tan esperado tercer LP. El camino, como todos los caminos, vino con momentos difíciles: desde el atraso en el equipo para grabar el disco, una intensa gira, pasando por la adaptación a vivir todos en una misma casa para dedicarse a sólo componer, hasta la salida de Catsup, integrante fundador de la banda. Pero como todo camino lleno de infortunios, lo que vino para Quiero Club en todos estos años fue un enorme aprendizaje ¿El resultado de ese aprendizaje? El techo es el suelo.
Desde el inicio del disco es claro que la banda ha madurado y que no es lo mismo No Coke que casi 10 años después: sintetizadores oscuros, un beat pesado y guitarras sucias marcan la pauta en la abridora No Hay Nadie, que desde el título se siente contundente, con las voces a ratos envueltas en el reverb de Joy Division, a ratos distorsionadas como The Knife.
Si bien, el tono del disco se irá aligerando conforme las canciones pasan, la madurez de la banda se demostrará en cada uno de los nueve temas que conforman a este álbum, así como en cada una de las emociones y sensaciones que estuvieron presentes durante la larga creación de El techo es el suelo.
Cuerpo, el segundo track, nos recuerda el sonido original de la banda, aquel que les caracteriza desde WOF (2006), pero ahora, con la perspectiva de quien ha recorrido un camino largo, uno que ha llevado precisamente a, como bien dice la letra, ”the deepest places of the human soul”, tal y como lo anuncian esas guitarras del juicio final que cobijan al beat o el canto casi ceremonial al principio de la canción.
El disco