veredes, arquitectura y divulgación VADo1 Los Inicios | Page 76

VAD. 01 | Junio 2019 | ISSN 2659-9139 e-ISSN 2659-9198 Final 11 Por espacio natural, o naturaleza, en este artículo se entiende no solo la referencia al espacio verde, el mar, el horizonte, o la roca en oposición a espacio urbano, sino a la comprensión de naturaleza que tenían los primeros griegos, en su sentido primitivo o physis, es decir, el conjunto de lo existente. Según afirma Heidegger, para los griegos la physis es “tanto el cielo como la tierra, tanto las piedras como las plantas, tanto los animales como el hombre, y la historia humana como obra de los hombres y de los dioses; finalmente y ante todo, los dioses mismos bajo el destino”. Ver: Heidegger, Martin. Introduc- ción a la metafísica. Barcelona: Gedisa, 1997. 12 Ver: Manuel de Lara, Can Lis. La hue- lla de la arquitectura de Jorn Utzon a través de esta obra (Tesis doctoral inédita, Universidad Politécnica de Madrid, 2015), 515-543. 76 La apuesta de arquitectura que Utzon plantea en este proyecto es por tanto una dialéctica entre pabellones cerrados que albergan al hombre y lo enlazan con la tierra y la materia, y pabellones abiertos que lo unen con el cielo, el mar y los árboles. En Can Lis se entiende perfectamente la fascinación que ejerció sobre el maestro danés la cueva, la forma de vida primitiva, la casa del primer hombre que podemos intuir claramente en el proyecto del museo de Silkeborg, y por otro lado la atracción de la plata- forma, del basamento del templo que lanza el espacio al mar. Sin embargo, es crucial para entender cómo se entretejen estos dos ti- pos de hábitat en el ambiente natural 11 la comprensión de Can Lis como una amalgama de intersticios y patios que cosen los pabellones cueva y los pabellones plataforma. Estos espacios intermedios definen un tipo de vida hedonista al aire libre y contribuyen al despliegue de la cuarta dimensión, el tiempo. En Can Lis este tiempo es un tempo lento, necesario para el disfrute del deambular por los pabellones de la casa y que nos permite entender la visita a la misma como si fuera una ruina griega al borde del mar Egeo 12 . De este modo, en Can Lis, el lugar donde el maestro danés se recluyó para pasar sus días, el intersticio fragmenta el esquema lineal previo de frente y espalda de la casa y dota a estos intermedios de un valor que au- menta la singularidad de cada pabellón e incorpora el tránsito entre ellos como un espacio imprescindible en el habitar de la vivienda. JOSÉ JARÁIZ PÉREZ. Los orígenes de la arquitectura en Can Lis. El intersticio como mecanismo. pp. 69-77