veredes, arquitectura y divulgación VADo1 Los Inicios | Page 68

VAD. 01 | Junio 2019 | ISSN 2659-9139 e-ISSN 2659-9198 En 1920 aparecen dos tendencias ya configuradas: el constructivismo y el formalismo simbolista. El prime- ro, sostenido por Tatlin, El Lissitzky, los hermanos Vesnin, Ginsburg, bus- ca el dinamismo revolucionario en proyectos de complejos e historia- dos edificios, sueños de ingeniería romántica que suscitaron ardientes entusiasmos. El segundo, dirigido por Ladowsky y Golosov, trata en cambio de identificar el significado “objetivo, absoluto y universal” de las formas, analizando las reaccio- nes psicológicas que generan. Se producen largos experimentos de laboratorio a escala dimensional, la modulación y la relación rítmica en- tre las partes, la expresión estática y cinética de volúmenes: se compiló un diccionario de símbolos tal que, una vez enunciada la “idea” de un edificio, para representarla basta- ba con hojear el catálogo y elegir las formas adecuadas. El cubo, por ejemplo, encarna el concepto de integridad, la esfera determina un estado de ánimo armónico y equi- librado, la traslación de figuras en el espacio se asocia a impulsos di- námicos: cánones fisio-psicológicos frecuentemente herméticos para los no iniciados, aunque en teoría pretendiesen basarse en reacciones emocionales objetivas. Umberto Eco 68