veredes, arquitectura y divulgación VADo1 Los Inicios | Page 56
VAD. 01 | Junio 2019 | ISSN 2659-9139 e-ISSN 2659-9198
Las altas exigencias planteadas por la revolución cultural han
arraigado en la conciencia y en la sensibilidad de la nueva ge-
neración de arquitectos. Nuestro arquitecto es consciente de
participar, a través de su labor, como activo colaborador, en la
construcción del mundo entero.
[…]
Una obra que quiera ser de nuestro tiempo debe contener inven-
ción. Nuestro tiempo requiere soluciones figurativas, que derivan
de formas elementales (geometría). La lucha contra la estética de
lo caótico sigue su curso. Se requiere un orden devenido cons-
ciente.
[…]
Como en el caso del ingeniero, en el del arquitecto el resultado
habrá de ser el fruto de una deducción automática. Solo se re-
conoce como necesaria la introducción de nuevas estructuras y
de nuevos materiales y se espera que de ello derive la obra como
resultado autónomo. 2
2 El Lissitzky, La reconstrucción de la
arquitectura en la U.R.S.S., 50-52.
Figura 2. El Lissitzky, Espacio Proun,
1923, (reconstruido en 1965). Fuente:
Nakov, Dadá y Constructivismo, 164.
Esto es igual en De Stijl, que también rechaza el individualismo y defiende
la universalidad de los planteamientos y del código. El neoplástico es más
concreto que el suprematista, pero su intención es la misma.
Si se encuentra una vía para que el arte no dependa de cada artista, de
sus caprichos, gustos o sentimientos, sino que responda a unas leyes fi-
jas —lo que no quiere decir necesariamente esclerotizadas—, es decir,
a un código, entonces se habrá solucionado la tragedia del individuo, el
expresionismo.
3 Entendemos el constructivismo en
un sentido amplio, según la Inter-
nacional Constructivista.
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Este era el ambiente que se respiraba en las vanguardias constructivis-
tas. 3 Podemos ver otros ejemplos similares:
JOSÉ RAMÓN HERNÁNDEZ CORREA. Vanguardia: el comienzo de un universo sin tragedia. pp. 54-67