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os pecados son síntomas de ignorar a Dios, de dejar a Dios fuera de la escena de nuestras vidas. Necesitamos desesperadamente alguna buena noticia en esa escena, y Jesús es lo que necesitamos.
El evangelio es el poder para la salvación, y la revelación de la justicia de Dios es la solución para los problemas de la humanidad.
Todos hemos caído en problemas por nosotros mismos al ignorar a Dios, pero él ha actuado para rescatarnos, para salvarnos, para restaurarnos a la justicia. Y como el apóstol Pablo explicó, Dios lo ha hecho exclusivamente por gracia, por medio de Jesucristo:“ En otro tiempo vosotros estabais muertos en vuestras transgresiones y pecados, en los cuales andabais conforme a los poderes de este mundo. Os conducíais según el que gobierna las tinieblas, según el espíritu que ahora ejerce su poder en los que viven en la desobediencia. En ese tiempo también todos nosotros vivíamos como ellos, impulsados por nuestros deseos pecaminosos, siguiendo nuestra propia voluntad y nuestros propósitos. Como los demás, éramos por naturaleza objeto de la ira de Dios. Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor por nosotros, nos dio vida con Cristo, aun cuando estábamos muertos en pecados. ¡ Por gracia habéis sido salvados! Y en unión con Cristo Jesús, Dios nos resucitó y nos hizo sentar con él en las regiones celestiales, para mostrar en los tiempos venideros la incomparable riqueza de su gracia, que por su bondad derramó sobre nosotros en Cristo Jesús. Porque por gracia habéis sido salvados mediante la fe; esto no procede de vosotros, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte”( Efesios 2:1-9).
30 Verdad y Vida Marzo – Abril 2017 www. comuniondelagracia. es