Verdad y Vida Julio-Septiembre 2017 | 页面 4

E DITORIAL El ateísmo militante por Joseph Tkach E n los últimos años estamos viendo una in- fluencia crecien- te de escritores y cien- tíficos que predican vigorosamente el ateísmo. No solo expresan sus dudas personales sobre la existencia de Dios, sino que hacen campaña con un fervor casi evangélico en contra de la misma idea de Dios y de la religión. Estos ateístas tienen niveles altísi- mos de educación y la mayoría de las personas no saben como desarmar fá- cilmente sus argumentos, incluso cuan- do los mismos han sido derrotados hace mucho tiempo. Es difícil refutar ló- gicamente argumentos con los que no estás familiarizado. Muchos cristianos ven este movimiento como una amena- za. Nosotros, los que creemos en Dios, sentimos que, de alguna forma, debe- mos de ganar este argumento y demos- trar que Dios existe, porque de otra for- ma el planteamiento de los ateístas habrá ganado. Pero no, no lo han hecho. Aunque no tengo ninguna duda obre la existen- cia de Dios, también he aprendido que es imposible demostrársela a alguien 4 Verdad y Vida Julio – Septiembre 2017 que está determinado a no creer. En el mundo y en el cosmos hay evidencia amplia que muestra la exis- tencia de un Creador. Como dice el Salmo: “Los cielos cuentan la gloria de Dios, el firmamento proclama la obra de sus manos” (Salmos 19:1) . Y el apóstol Pablo escribió a la iglesia en Roma: “…las cualidades invisibles de Dios, es decir, su eterno poder y su na- turaleza divina, se perciben claramente a través de lo que él creó...” (Romanos 1:20) . Estas escrituras se usan a menudo para demostrar la existencia de Dios, pero no es eso lo que están diciendo. Las maravillas de la creación proveen una evidencia impresionante para aquellos que creen, pero no son una prueba absoluta para aquellos que no lo hacen. Un ateo convencido siempre puede encontrar un agujero en un ar- gumento, o un ladrillo que no encaja en la prueba. Tomás de Aquino, uno de los pensadores más grandes de la historia de la iglesia, lo expresó bien cuando escribió: “Para el que tiene fe ninguna explicación es necesaria. Para alguien sin fe, ninguna explicación es posible”. El problema es que no puedes de- www.comuniondelagracia.es