Por Manuel C. Morais
L
a profecía no se da para proveernos estimulación intelectual, una suerte de crucigrama
inspirado. Es un mensaje de Dios. Cuanto
más aprendes de ella más empiezas a ganar
una nueva perspectiva sobre el pasado, el presente y el futuro.
Comprenderás que los grandes eventos están siendo guiados a
lo largo de un sendero predeterminado por un Dios que está preocupado con el destino de todas las naciones e individuos. Lo que
una vez pudieron parecer episodios aislados de la historia se entienden ahora como etapas del plan. Como registró Isaías 46:10 Dios ha
conocido y anunciado “…lo por venir desde el principio, y desde la
antigüedad lo que aún no era hecho”.
Cuando miramos a nuestro mundo moderno a la luz de la profecía, debemos considerar seriamente si estamos llegando el fin de
esta “era mala”. Los jugadores claves para el acto final puede que
no estén todavía en el escenario pero, ¿estarán a la espera? Si es
así entonces habremos alcanzado un punto crítico en la historia del
mundo.
La mayoría de lo que el profeta Daniel profetizó es ya historia.
Siendo el punto central la primera venida del Ungido de Dios, del
Mesías, de nuestro Señor Jesucristo. Puede que estemos viendo y
escuchando, en las noticias actuales, como están tomando forma
otros eventos profetizados hace mucho. Nuestros días son “tiempos bíblicos” tanto como lo fueron los días de Isaías, de Daniel y
del apóstol Juan.
Llegará un día cuando las personas que vivan verán los sucesos climáticos del fin de este era. Será un tiempo en el que nunca
habrá sido tan importante entender los eventos del mundo a la luz
de la profecía bíblica (Mateo 24:32, Lucas 17:26-30, Salmos 96:1113). Así que no pierdas tu confianza y fe en Jesucristo pues serán
recompensadas ricamente.
30
Verdad y Vida Enero – Febrero 2017
www.comuniondelagracia.es