vida aquí y ahora, a la vida en los años
futuros y a si tendremos vida eterna o
no cuando nuestros años en la tierra lleguen a su final.
¿Cuáles son esas dos voces y cuál
es la elección que ponen delante de nosotros?
La primera voz
La primera voz es la del Dios que nos
creó. Tiene muchas formas de comunicarse con aquellos que están preparados para abrir sus oídos a él. La Biblia
nos dice que hace tres mil años él se
encontró con Moisés en el Monte Sinaí.
Cuando Moisés bajó del monte traía
con él los Diez Mandamientos, que iban
a ser la base para el desarrollo y crecimiento de los israelitas. El primer mandamiento era simplemente permitir a
1
Dios ser Dios, “no tener otros dioses” .
Parece que nosotros, los humanos, nos
encanta la moda de los “substitutos de
Dios”, pero nunca funcionan. Solo el
verdadero Dios puede guiarnos al corazón de la realidad. Solo a través de él
podemos convertirnos en verdaderas
personas, vivas para las cosas que importan verdaderamente.
Los líderes de Israel como Abraham,
Isaac, Jacob, Moisés y muchos más,
eran personas muy falibles pero hicieron un esfuerzo genuino por poner a
Dios primero. La oración más famosa
de Jacob, por ejemplo, fue: “El Señor
será mi Dios” 2. Me pregunto si tú y yo
hemos ofrecido una oración similar en
algún momento de nuestras vidas. Es
una poderosa oración, una que puede
hacer una diferencia verdaderamente.
¿Qué surge de ella? De acuerdo a la
Biblia, permitir que Dios entre en el cowww.comuniondelagracia.es
razón de la vida es el secreto de la fortaleza interior.
Un texto que se repite en el Antiguo
Testamento es: “¡Sé fuerte y valiente!
¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el SEÑOR tu Dios está contigo”,
como en Josué 1:9. Con la fortaleza interior también llega la luz interior. En las
palabras del salmista: “El SEÑOR es mi
3
luz y mi salvación; ¿a quién temeré?” .
Quizás, sobre todo, la Biblia nos dice
que aquellos que encuentran a Dios
también encuentran vida eterna. Jacob
consideró el lugar donde le entregó su
vida a Dios nada menos que como “la
4
puerta del cielo” . Todo esto y más
puede seguir a una respuesta a la voz
de Dios. Esta es la buena noticia, pero
hay mala noticia también.
La segunda voz
La voz de Dios no es la única que escuchamos a medida que pasa la vida. Hay
otra voz ofreciendo un camino de vida
muy diferente. En las Escrituras se escucha por primera vez en la historia del
Jardín del Edén, cuando la misteriosa y
siniestra serpiente le dijo a Eva y a Adán
y a nosotros a través de ellos: “Seréis
como Dios” 5. La tentación aquí es ser
nuestro propio dios, ponerse uno mismo
en el centro de la vida, tener el “yo primero” como nuestro lema. Es la tentación de tratar de que todo y todos se
ajusten a nuestra propia voluntad, ser
un controlador. Incluso si oramos el objetivo no será “humillarnos bajo la poderosa mano de Dios” 6, sino tratar de persuadir a Dios a hacer lo que nosotros
queremos.
Adán y Eva encontraron que la voz
de la serpiente era muy seductora. Tú y
Verdad y Vida Enero - Febrero 2017
27