GABRIEL SANTIAGO AMORTEGUI HERNANDEZ
H
abía una vez un árbol llamado “Juan”, él tenía muchas aventuras con el
padre que también era un árbol, el padre se llama Pedro, toda la familia
eran arboles muy educados, como ellos eran mágicos nadie los regaba
con agua, se refrescaban con el agua de la lluvia; un día Juan despertó en otro
lugar, no estaba en casa, su padre Pedro aún seguía durmiendo y junto a Juan
había otro árbol, parecía que también estaba perdido; los dos árboles estaba
amarrados y se les caían las hojas, Juan estaba muy preocupado porque había
alguien que estaba secuestrando árboles y ellos eran sus víctimas, entonces los dos
árboles crearon un plan para escapar de ese lugar e irse a sus casas; ellos
intentaron escapar, pero
el que los secuestro tenía
cámaras y no lograron
escapar, el secuestrador
los amarro otra vez.
Juan y su compañero se
preguntaban ¿para qué
los habían secuestrado?,
nadie sabía quién era el
sospechoso y que a este
individuo no le gustaba
trabajar, ni conseguía un
trabajo.
Como a esos dos árboles
le crecían buenos frutos el secuestrador quería quitárselos y venderlos para tener
más dinero, porque la familia lo necesitaba.
38