vecindad
Photos por Iliana Yar
Texto por José Luis Martínez
Espacio mitológico, el cabaret se extinguió ante la proliferación de table
dances, donde predominan la improvisación de sus jóvenes protagonistas,
quienes nunca verán su nombre en una
marquesina ni mucho menos convocarán oleadas de admiradores con su
belleza o con sus espectáculos. A diferencia de estos lugares, en el cabaret se
ofrecían shows glamorosos con cantantes y bailarines profesionales, vestuarios ostentos con plumas y lentejuelas,
orquestas en vivo y bongoceros que
hacían mover las caderas de
cualquiera. Sin duda, las vedettes eran
artistas completas con una enorme
preparación.
El último cabaret con variedad en la
Ciudad de México fue el Club Savoy,
ubicado en Bolívar 120. “Donde la
tradición perdura” fue su lema y en su
marquesina aparecieron los nombres
de Doris Pavel, André Moré y Nielzen,
quienes formaron parte de la última
generación de vedettes.
La subsistencia del Savoy se debió a la
combinación de table y cabaret, fundado en 1942 por el empresario Raúl
Medrano, el primero en traer vedettes
de la provincia al Distrito Federal, entre
ellas a Lin May y Olga Ríos.
En su mejor época, en este lugar actuaron estrellas como Toña La Negra,
Daniel Santos y Celio González. Pero
eso es historia, hace alg [