Penélope se encontraba durmiendo plácidamente hasta que sintió
unos gritos que le congelaron la sangre. Salió corriendo hacia el cuarto
de sus padres pues aparentemente provenían de allí.
Entró. El espectáculo era dantesco; vio a sus padres retorcidos en
la cama, muertos, cubiertos de sangre y a Florencia, inmóvil, mirando sin
ver, con un cuchillo enorme entre sus manos.
Salió corriendo de allí. Llegó a la puerta de la casa pero estaba
atravesada por un gran madero que no pudo mover. Escuchó pasos y se
escondió bajo la escalera, cada vez más cerca. Cerró los ojos. Al abrirlos
el grito proferido desgarró los velos de la tétrica noche; vio a su padre,
parado delante de ella, ensangrentado y con los ojos en blanco. A su
lado, la madre. Los gritos de terror de Penélope no tenían fin. Y de la
nada apareció su hermana, limpia, con su vestido blanco inmaculado.
No pudo con tanto terror y se desmayó golpeándose la cabeza en
la caída.
Despertó en una cama del Hospital del pueblo. Estaban todos.
Según estos, Penélope se despertó aterrada por un sueño en el
cual los padres habían sido asesinados por Florencia para luego verlos
vivos. Quisieron calmarla más esta zafó de los brazos del padre, se cayó y
se golpeó la cabeza.
Al enterarse Penélope de la versión, no cesó de repetir que era una
mentira, que ella decía la verdad, que querían deshacerse de ella…
…Y la felicidad fue completa cuando se encontraron los padres con
Florencia.
-¡Lo hicimos, nos libramos de ella!
Pasaron cinco años. El Director del Instituto al ver la buena
conducta demostrada por la joven, le otorgó algunos permisos como
salir al parque una hora al día para caminar.
Estaba contenta. Transcurrieron dos años y su conducta era
intachable.
39