#vamosjuntos Nº 2
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Un Ayuntamiento no se gestiona como una empresa
Guillermo Hita. Concejal y Secretario del Área de Política Municipal y
Comunicación
Según indican los primeros capítulos
de cualquier manual de gestión, el
objetivo de una empresa es
“maximizar beneficios en el periodo
de tiempo más corto posible”.
Maximizar beneficios, obtener ganancias, rentabilizar la inversión, expresiones que son completamente lícitas
en la administración y gestión de una
empresa, pero que pierden el sentido cuando se trata de administraciones públicas.
No voy a decir en ningún momento
que el gestor público no debe de
atenerse a los principios razonables
de un buen gestor económico, atendiendo a los presupuestos que se
tienen, sin derrochar un céntimo en
gastos superfluos. Lo que sí diré es
que un administrador público administra cuestiones relacionadas con
las personas, con sus derechos, con
sus necesidades, con sus problemas,
con sus ilusiones, y cuando se introducen esos parámetros en la cuestión, los términos economicistas,
basados en los beneficios, en los
balances, en las cuentas de pérdidas
y ganancias, no tienen cabida.
¿Cómo funciona el Ayuntamiento de
Arganda? Como una empresa (mala
empresa) que sólo atiende a cuestiones económicas: un servicio que se
dé a los ciudadanos es viable o no
únicamente atendiendo a cuestiones
de ingresos y gastos de ese servicio
en cuestión; no se tiene para nada en
cuenta las necesidades de los ciudadanos beneficiarios de ese servicio:
todo se basa en una cuestión aritmética.
Pero además, serían unos administradores nefastos de una empresa
privada como lo son de la cosa
pública. Porque es falso: no son
buenos gestores, eso es una mentira.
¿Qué empresa bien gestionada se
hubiera plantado en 122 millones de
euros de deuda en 10 años? ¿Qué
empresa hubiera despilfarrado 66
millones de euros como en Arganda
se han despilfarrado los ingresos en
efectivo de la venta de los terrenos
de la UE124? ¿Qué empresa razonable subiría los precios (en este caso
los impuestos) sin ofrecer mejoras
en sus ofertas y productos (en este
caso los servicios que presta el
ayuntamiento).
“Un ayuntamiento
no se gestiona
como una empresa
porque la persona
debe estar en el
centro de todo. “
@GuillermoHita
Un ayuntamiento no se gestiona
como una empresa porque la persona debe estar en el centro de todo.
Eso es lo primero que hay que cambiar en el ayuntamiento de Arganda:
las formas, los objetivos, las prioridades, y eso es lo primero que haremos.
La política a mí no me interesa
Montserrat Fernández Gemes. Vocal adscrita a Organización.
¿Cuántos de nosotros y nosotras no
hemos dicho lo que encabeza esta
columna?, o incluso ¿quién no ha
manifestado en alguna
ocasión su desconocimiento de “ese” tema,
y el comentario de
“paso” de la política?
Ahora, eso sí, todos
nos hemos quejado de
lo que hacen o dejan de
hacer los políticos.
Pues permítanme
confesarles que yo he
hecho todo eso, y
además he mostrado
mi desconfianza en las
personas que se dedicaban a la política.
Sería muy fácil dejarme llevar por
las numerosas voces que surgen
últimamente, evidenciadas en algunos movimientos o partidos políticos
que presumen de no serlo, y todos
ellos me dicen lo que quiero escuchar, cargados de fáciles y rápidas
soluciones. Aunque si algo he aprendido, es que las baritas mágicas no
existen, y que cuando tienes grandes
responsabilidades debes tomar
decisiones difíciles. Así cuando una
buena persona, no hace mucho, dijo
que para hacer o formar parte de
algo e ra necesario estar de acuerdo
al 100% discrepé internamente, pues
no creo que sea ni necesario ni
imprescindible, si no piensen un
momento en la mejor relación de
pareja que hayan tenido.
En estos momentos convulsos y
después de recapacitar mucho,
haciendo un ejercicio de honestidad y
responsabilidad, he optado por no
dejar que me convenzan de que
vuelva la cabeza, para que se beneficien quienes nos están colocando en
el lugar que desean. Además estaré
al lado de las personas que tratan de
recuperar lo que me
están negando como
persona, como mujer,
como madre, como
trabajadora. Y pensando en el futuro de
nuestr@s hij@s, he
decidido abandonar
mi cómodo sofá, mis
quejas en las paradas
del autobús, en las
colas del supermercado, en los corrillos,
…, y pasar a defender
los derechos, las libertades, la vida
que creí que nuestr@s niñ@s heredarían. En definitiva una forma de
vida que el esfuerzo de otr@s consiguió para mí.
Y ahora me pregunto: ¿el hecho de
pensar, y defender lo que creo, me
convierte en uno de esos políticos de
los que tanto renegamos?
@MontseFDulce
¿El hecho de
pensar, y
defender lo
que creo, me
convierte en
uno de esos
políticos de
los que tanto
renegamos?