Naviera
Haverbeck & Skalweit
“Diez años hacía que habíamos visitado por última vez
Valdivia, y desde esa época es notabilísimo el progreso
alcanzado por la ciudad. En parte, puede decirse, que se ha
transformado. El desarrollo de las industrias, el movimiento
comercial han seguido el mismo progresivo impulso.
Refléjase fielmente ese movimiento en el servicio fluvial del
transporte de pasajeros y mercadería. Pues bien, recorren
hoy día el rio treinta y cinco vaporcitos, número casi doble al
que existía en aquella época de nuestra última visita (...). Por
todas partes en la ciudad se nota ese bienestar, esa holgura
propia de los pueblos en que las industrias florecen ai
amparo de la diaria, paciente labor y de la honradez de
procederes. Trabajo, economía, buena fé, he ahí el secreto de
la prosperidad de Valdivia, he ahí el secreto de la fuerza
espansiva de la civilización alemana”.
Testimonio de empresarios alemanes. Valdivia, año 1900.
A principios del siglo XX la naviera poseia barcos que
realizaban navegación de cabotaje* de Arica a Punta Arenas.
Por lo menos una vez al mes había dos o tres barcos en
Antiguas dependencias de Naviera Haverbeck & Skalweit, hoy Hotel Naguilán
Valdivia y por lo menos un barco extranjero en invierno, principalmente
alemanes, suecos o ingleses.
Haverbeck creó en Valdivia una próspera empresa, que llegaría a ser una
de las más importantes del país. Fundó una curtiembre y una fábrica de
cecinas y compró propiedades agrícolas, dedicándose a la explotación
maderera de sus extensas posesiones, en los fundos Allipén, Naguilán,
San Juan y Tornagaleones.
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