Astilleros
Los nuevos colonos, al igual que como antes habían
hecho mapuches y españoles, aprovecharían en Valdivia
las particulares condiciones de las vías fluviales para
facilitar las variadas actividades productivas y comerciales.
Para esta nueva población será fundamental la
conectividad fluvial puesto que para dicha época la línea
férrea aún no sobrepasaba la frontera del Biobío. Por lo
tanto, el río era el escenario para el desarrollo industrial de
la ciudad.
Para el año 1909 cuatro astilleros daban trabajo a 373 operarios,
contando con modernos equipos en sus instalaciones. En 1914, el
estallido de la Primera Guerra Mundial y la crisis económica nacional
paralizó la expansión de los astilleros valdivianos, bloqueándose la
importación de maquinarias y repuestos traídos desde Europa, que
representaban casi el 60% de los materiales utilizados.
En 1883 la actividad industrial de la ciudad había alcanzado un
desarrollo significativo y el número de embarcaciones que arribaron al
puerto de Corral ascendió a 302, empleando en 1909 a 373 operarios.
La Primera Guerra mundial paraliza su crecimiento, al impedir el
arribo de maquinarias y repuestos.
Liewald, 2012.
Como gran parte de los colonos poseía tierras y cultivos
en los alrededores de la ciudad, fue lógico aprovechar las
vías fluviales para facilitar el transporte de las materias
primas y productos que cultivaban y comercializaban
alrededor de una creciente actividad económica y
productiva. Para ello se necesitarían numerosas
embarcaciones, algunas de las cuales fueron inicialmente
importadas directamente de Europa, pero prontamente se
construirían varios astilleros, tanto en Valdivia como en
sus alrededores.
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