ISSN 2659-9139 e-ISSN 2659-9198 | Junio 2020 | 03.VAD
Utopías en el agro español durante el Franquismo
La Historia de la Colonización Agraria es también la Historia de los Pueblos.
En la historia de la humanidad la mayoría de los procesos de colonización
y asentamiento en nuevos territorios han estado fuertemente
vinculados al agro y al control de las aguas con fines productivos. El caso
español no es indiferente a ese anhelo por doblegar el medio e instrumentalizarlo
como motor de desarrollo de su economía y referencia para
sus culturas.
Ya durante el siglo XVI con la Repoblación de la Sierra de Jaén finalizada
en el reinado de Felipe II, o en los Proyectos de Colonización Interior
acometidos por Carlos III 1 , se inaugura una etapa de intervenciones intermitentes
del Estado español en los asuntos del campo y, más específicamente,
en los referentes a la colonización agraria.
Durante el siglo XX, una de las empresas más utópicas acometidas por el
franquismo, reconocible por sus huellas en el paisaje y recordada por la
construcción de una memoria colectiva popular quizás sea, precisamente,
la colonización agraria en el mundo rural. En ella se conjuga todo el misticismo
que entraña la fundación de nuevos asentamientos en territorios
antaño inhóspitos, con un despliegue técnico y humano sin precedentes.
1
José Tamés Alarcón, “Proceso
Urbanístico de nuestra Colonización
Interior”, Revista Nacional de
Arquitectura 83 (1948): 413.
Existe, además, una concienzuda labor de ingeniería social intrínseca al
impulso de este megaproyecto y un nada despreciable entresijo de intereses
económicos que oscilaban entre la necesaria subsistencia de un
régimen aislado internacionalmente y un desarrollismo desenfrenado.
Figura 1. Transformaciones hídricas en
el agro español y puesta en producción
de las nuevas explotaciones. Fuente:
Delgado Orusco, Eduardo. El Agua
Educada. Imágenes del Archivo Fotográfico
del Instituto Nacional de Colonización,
1939-1973. Madrid: Ministerio de
Agricultura, Alimentación y Medio
Ambiente, 2015.
Para comprender en profundidad el alcance del proyecto de Colonización
Agraria resulta primordial conocer la labor del Instituto Nacional de
Colonización (INC) 2 , el cual tuvo un especial protagonismo en todos estos
procesos al ser el organismo encargado de monitorizar el desarrollo de
los Planes Generales de Colonización que debían convertir vastas superficies
de secano en regadíos intensivos para la producción agroalimentaria.
Si bien la incidencia temporal de la obra desarrollada por el INC apenas
duró unas décadas 3 , la hazaña lograda es excepcional tanto en lo cualitativo
como en lo cuantitativo.
Así, a la conclusión del desarrollo de los Planes Generales de Colonización
se construyeron decenas de pantanos, embalses y canales, se transformaron
millares de hectáreas de cultivo y se ejecutaron más de trescientos
pueblos de colonización diseminados por toda la geografía peninsular.
Uno de los apéndices del INC más prolíficos fue su Servicio de Arquitectura.
2
3
El Instituto Nacional de Colonización
se crea en 1939 por Decreto.
BOE, 27 de Octubre de 1939, nº
300.
Con la aprobación del Plan de Estabilización
de 1959 y tras la publicación
de un Informe del Banco Mundial
en 1962 en el que se dudaba de
la rentabilidad y eficacia de estos
Planes Generales de Colonización
se puede dar prácticamente por
concluido el interés del estado en la
modernización del sector primario.
Véase: Ángel Liceras Ruiz, “El INC.
Instrumento de la Política Agraria
de la era de Franco”, Cuadernos Geográficos
de la Universidad de Granada
16-17 (1987-1988): 57-58.
SETE ÁLVAREZ. Laboratorios del vacío. El orden no construido de José Luis Fernández del Amo en Vegaviana, pp.16-27
17