Vaccea Anuario 2012 Sep. 2013 | Page 14

02 Nuestros ancestros Los Cántabros Cantabria en el siglo I, a partir de los datos de Estrabón, Mela Tolomeo y algunos epígrafes, según A. Ocejo (2009) modificado. Fíbula de torrecilla, Monte Bernorio. A ctualmente el nombre de Cantabria alude a un ente político-administrativo, a una Comunidad Autónoma que tomó su nombre del pueblo prerromano que lo habitó. Los límites del pueblo histórico, sin embargo, exceden de los de la comunidad administrativa ya que ocupó parte de Asturias y del norte de las 14 6 actuales provincias de León, Palencia y Burgos, en la Comunidad de Castilla y León. Pero la mención a los cántabros nos lleva a pensar en un pueblo indómito, con mitología propia, que junto con los astures fue el último de Iberia en ser sometido por los ejércitos del emperador Octavio Augusto en el 19 a.C., según fecha oficial, y al que según Lucio Anneo Floro (II, 33, 46) dicho emperador obligó a bajar de las montañas al llano en el 25 a.C., tras la conquista del encla- ve de Aracilium que le permitió el paso desde la cuenca del Ebro a la costa. El territorio ocupado por los pueblos cántabros quedó incluido dentro de la Hispania Citerior tras la primera división en provincias que realizó Roma para su organización. Al comienzo del gobierno de Augusto se englobó en la Citerior Tarraconense, dentro del Convento jurídico cluniense, mientras que los astures quedaron en el convento Asturicense, lo que algunos autores interpretan en el sentido de que los romanos les veían con una mayor afinidad a los celtiberos y otros que se trataba de separarlos de los astures. En época visigoda se retoma el nombre de Cantabria para delimitar un amplio territorio, cuya denominación permaneció.