02 Nuestros ancestros
Los
Cántabros
Cantabria en el siglo I, a partir de los datos de Estrabón, Mela
Tolomeo y algunos epígrafes, según A. Ocejo (2009) modificado.
Fíbula de torrecilla, Monte Bernorio.
A
ctualmente el nombre de
Cantabria alude a un ente
político-administrativo, a
una Comunidad Autónoma que tomó
su nombre del pueblo prerromano que
lo habitó. Los límites del pueblo histórico, sin embargo, exceden de los de la
comunidad administrativa ya que ocupó parte de Asturias y del norte de las
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actuales provincias de León, Palencia y
Burgos, en la Comunidad de Castilla y
León. Pero la mención a los cántabros
nos lleva a pensar en un pueblo indómito, con mitología propia, que junto con
los astures fue el último de Iberia en ser
sometido por los ejércitos del emperador Octavio Augusto en el 19 a.C., según
fecha oficial, y al que según Lucio Anneo Floro (II, 33, 46) dicho emperador
obligó a bajar de las montañas al llano
en el 25 a.C., tras la conquista del encla-
ve de Aracilium que le permitió el paso
desde la cuenca del Ebro a la costa.
El territorio ocupado por los
pueblos cántabros quedó incluido dentro de la Hispania Citerior tras la primera división en provincias que realizó
Roma para su organización. Al comienzo del gobierno de Augusto se englobó
en la Citerior Tarraconense, dentro del
Convento jurídico cluniense, mientras
que los astures quedaron en el convento Asturicense, lo que algunos autores
interpretan en el sentido de que los romanos les veían con una mayor afinidad
a los celtiberos y otros que se trataba de
separarlos de los astures. En época visigoda se retoma el nombre de Cantabria
para delimitar un amplio territorio, cuya
denominación permaneció.