UYAY 08 | Page 11

Bajo el suave, el infinito seno del jet; más tierra, más hombre, más paloma, más gloria me siento;en todas las flores del mundo se han convertido mi pecho, mi rostro y mis manos. Mis pecados, mis manchas, se evaporan, mi cuerpo vuelve a la dulce infancia. Hombre, Señor, tú hiciste a Dios para alcanzarlo, ¿ o para qué otra cosa? Para alcanzarlo lo creaste y lo persigues ya de cerca. Cuidado con el filo de este jet, más penetrante que las agujas de hielo terrenas, te rompa los ojos por la mitad; es demasiado fuego, demasiado poderoso, demasiado libre, este inmenso pájaro de nieve. Cuidado que tu hijo te envíe el latido de la muerte; la mariposa que nació de tu mano creadora puede convertir tu cabeza en cenizas. Oye, hombre, ¡entiéndeme! Bajo el pecho del Jet mis ojos se han convertido en los ojos del águila pequeña a quien le es mostrado por primera vez el mundo. No siento temor. Mi sangre está alcanzando a las estrellas; los astros son mi sangre. No te dejes matar por ningún astro, por este pez celeste, por este dios de los ríos que tus manos eternas fabricaron. Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo, Dioses Montañas, Dios Inkarrí: mi pecho arde. Vosotros sois yo, yo soy vosotros, en el inagotable furor de este Jet. No bajes a la tierra. Sigue alzándote, vuela más todavía, hasta llegar al con fin de los mundos que se multiplican hirviendo,eternamente. Móntate sobre ellos,dios gloria, dios hombre. Al Dios que te hacía nacer y te mataba lo has matadoya, semejante mío, hombre de la tierra. ¡Ya no morirás! He aquí que el jet da vueltas, movido por la respiración de los dioses de dioses que existieron, desde el comienzo hasta el fin que nadie sabe ni conoce. 11