la universidad no está cumpliendo con su papel de incubadora de ideas de negocio y de incentivar la actitud emprendedora entre sus estudiantes.
Otros estudios han encontrado también que las universidades están fallando en la motivación de los emprendedores. Como señalan Galloway y Brown( 2002), algunos estudios de proyectos concretos para elevar el espíritu emprendedor entre los estudiantes, tales como el programa de graduados en empresa de la Universidad de Stirling( Fletcher, 1999), han mostrado cifras poco esperanzadoras de start-ups de alta calidad entre los graduados, ya que se han enfocado más a incrementar las competencias en negocios que a aumentar la conciencia de los emprendedores y motivarles para el desarrollo de ideas creativas y comercializables.
Por lo que se refiere a la segunda hipótesis, también se ve confirmada por los resultados obtenidos. La variable relacionada con los cursos sobre creación de empresas que ha recibido el estudiante contribuye significativamente a explicar el espíritu emprendedor con un p valor < 0.05.
Este resultado es coincidente con el estudio realizado por Peterman y Kennedy( 2003), aunque no con Leiva( 2004) en el sentido de que, en su estudio, la mayoría de los alumnos opinan que la formación recibida respecto a las materias cursadas sobre emprendedores no los capacita para ser empresarios, aunque estos autores solo recogen distribuciones de frecuencias.
Una implicación práctica directa de los resultados obtenidos en el estudio sería que es preciso seguir avanzando a través de medidas concretas para desarrollar y canalizar el espíritu emprendedor de las mujeres estudiantes y emprendedoras de SEDESO.
Otros resultados interesantes obtenidos son que tener familiares próximos empresarios es un claro incentivador del espíritu emprendedor, ya que se obtuvo un coeficiente positivo con un p valor < 0.01, lo que confirma los postulados de la teoría del rol familiar.
En cuanto a los aspectos relacionados con el perfil psicológico de la mujer estudiante y la mujer emprendedora, tres de los rasgos considerados son claramente significativos con un p valor < 0.01: la necesidad del logro, la tolerancia a la ambigüedad y la propensión al riesgo; sin embargo, no hemos obtenido la misma evidencia con el rasgo control interno, cuyo coeficiente es positivo, pero no estadísticamente significativo.
Conclusiones
La creación de empresas representa una de las bases de progreso más relevantes de la sociedad actual. Las empresas surgen siempre acompañadas de la figura de una o más personas que mediante su esfuerzo, empuje y creatividad constituyen un valor importante en el proceso de creación de riqueza. Estas personas se han convertido en un destacado objeto de estudio para los investigadores, quienes tratan de encontrar en ellas todas las características personales más comunes que las motivan.
Existen todavía muchas incógnitas por descifrar en relación con la influencia de las características individuales hacia el fenómeno emprendedor sobre la creación de empresas. La descripción sobre los comportamientos, habilidades y actitudes del ser humano, casi siempre ha sido acompañada de intentos por conocer los orígenes causales de tales conductas.
En el ámbito de la universidad podemos encontrar personas con enorme potencial para emprender, que por su alta capacitación sus empresas podrían tener mayor probabilidad de supervivencia, especialmente si el objeto de sus actividades requiere conocimientos especializados y de alto nivel.
Sin embargo, aunque el espíritu emprendedor puede surgir desde cualquier rincón del aula universitaria, su fomento y realización dependerá de las condiciones de las universidades y apoyos que se reciban.
En este trabajo se ha estudiado si tales condiciones se están produciendo realmente en la Universidad Politécnica del Estado de Morelos, para lo cual se ha analizado la evolución del fenómeno emprendedor de las mujeres universitarias de la carrera de Administración y Gestión y de las mujeres emprendedoras de SEDESO.
Los resultados obtenidos son concluyentes en tanto que el fenómeno emprendedor declina en las mujeres estudiantes desde los primeros años de sus estudios hasta que llega el momento de su incorporación al mercado laboral. Todo parece indicar que los conocimientos aportados incrementan sus competencias de gestión, pero les orientan hacia salidas laborales más conservadoras, como son el trabajo por cuenta ajena, y no les motivan hacia el autoempleo. Parece que la teoría de la marginación encuentra apoyo dado que la capacitación, y el consiguiente incremento de valor para el mercado laboral está actuando como desincentivo de la opción de la creación de la propia empresa.
No obstante, la formación específica en creación de empresas debe ser positivamente valorada, ya que las estudiantes y emprendedoras de SE- DESO que han recibido este tipo de formación manifiestan una actitud más favorable hacia el autoempleo. sin embargo, somos conscientes de que también podría presentarse un problema de causalidad inversa, ya que es posible que los estudiantes con mayor inclinación al autoempleo hayan buscado profundizar en su formación hacia la creación de empresas en mayor proporción que los demás estudiantes.
Por otro lado, los estudiantes con familiares directos empresarios han presentado actitudes más positivas hacia la actividad empresarial, y ciertos rasgos psicológicos como la necesidad de logro, la tolerancia a la ambigüedad y la propensión al riesgo, medidos a través de un test de personalidad, cuyos ítems se han operativizado a través de un análisis factorial, se han presentado como determinantes de la actitud emprendedora.
Derivado de las limitaciones reconocidas en este trabajo de investigación, se ha considerado una posible ampliación del mismo a través de varias futuras líneas de investigación. Se considera que se puede profundizar en el estudio del perfil psicológico del emprendedor, examinando nuevos o distintos rasgos de personalidad, y contrastando la teoría de los rasgos psicológicos con la de los valores personales, para tratar de establecer la capacidad explicativa de cada una de ellas y si estas son complementarias.
Dado que la población considerada es limitada a una carrera y al caso específico de una única universidad, sería interesante tratar de ampliar el contexto del estudio a otras carreras y otras universidades, incluso en diversos entornos geográficos, para poder conocer si los resultados son generalizables.
Finalmente, sería interesante plantear un estudio longitudinal para ver cómo varía el espíritu emprendedor en los mismos estudiantes a lo largo de su carrera, en lugar de realizar el análisis de corte transversal con estudiantes diferentes.
Revista Científica 55