Uniqué Volumen 1. Enero 2013 | Page 24

Ana Velasco

En el juego de tronos o ganas o mueres dice George R. R. Martin en la saga titulada Canción de hielo y fuego. Cuando uno está en el umbral de acceso a la universidad, se siente un poco igual. En el ajedrez de la vida es una de las decisiones más importantes que puedes tomar. La educación universitaria busca la verdad y el conocimiento pero hay una verdad objetiva, dura y racional en las ciencias y otra más objetiva, flexible y vocacional en las letras. ¿Cuál escoger?

Lo primero es no dejar que a uno le camelen. Siempre hay medusas dispuestas a verter su veneno en los oídos que se presten a escuchar. Hay carreras que, de repente, reciben asentimientos de cabeza y susurros cómplices que dicen "eso tiene mucho futuro".

Otras, en cambio, son el equivalente al "a mí números no, que soy de letras" y hay que ser un héroe para cursarlas. Que se lo digan a los estudiantes de filosofía, por ejemplo. ¿Qué estudias? preguntan, por cortesía, los Otros. Filosofía, responde uno, seguro, muy seguro, o con una sonrisa que pretende ser exculpatoria. El horror se refleja en el rostro del que lo oye y, según la educación y la perspicacia, puede que el oyente proceda a informar al dulce estudiante de lo mal que está la cosa. Como si el pobre no lo supiera. La banda sonora del momento es, evidentemente, cortesía de McDonald's.

Sin embargo, qué es estudiar una carrera universitaria. Desde luego, no es magia. No hay mercado laboral para todos los estudiantes y menos para la sobreabundancia de titulados que hay en España donde la educación universitaria se perfila como la única vía para los jóvenes. A diferencia de, por ejemplo, Alemania donde la Formación Profesional tiene gran empuje.

En principio lo fundamental para escoger una carrera es, simplemente, vocación. Da igual si tiene muchas salidas o pocas pues, como vemos cada día, el futuro es incierto. Las últimas perspectivas cifran la recuperación del nivel de vida de antes de la crisis en veinticinco años. ¿Merece la pena embargar la vida haciendo algo que no gusta, sobre todo si tenemos en cuenta que el posible beneficio sería a largo plazo?

Estamos viviendo en el cuento de la lechera. Vendamos primero la leche y luego hagamos planes con el dinero. Como se puede leer en Canción de hielo y fuego, ambos queman. Así que, ¿ciencias o letras?

CANCIÓN DE CIENCIAS Y LETRAS

HIPERMEDIA

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