3.3.- Características del Lenguaje Científico
Introducción
Cuando un investigador redacta los resultados de sus trabajos,
utiliza el lenguaje científico. Igualmente, cuando los alumnos de
cualquier nivel estudian una determinada asignatura o realizan
un trabajo escolar de investigación en cualquier disciplina,
manejan el lenguaje científico. En una revista de divulgación se
utiliza también este lenguaje, aunque matizado en sus elementos
más crípticos por condicionantes periodísticos. En un prospecto
de medicinas, en un manual de instrucciones, en un libro de
texto, en una revista especializada, en la lista de ingredientes de
una lata de fabada asturiana, en el informe de un radiólogo..., en
todos estos textos, y en muchos más, se utiliza alguna variedad
de lenguaje técnico o científico.
En realidad, un individuo de cultura media está constantemente
en contacto con esta variedad; porque el lenguaje técnico–
científico no es más que una variedad de habla que resulta de
adaptar la lengua común a la comunicación de contenidos
técnicos o científicos.
Características del Lenguaje Científico
El lenguaje técnico–científico no es uniforme. Cada rama del
saber, cada disciplina, utiliza un lenguaje propio. Más que de un
solo lenguaje científico pues, habría que hablar de variedades o
subsistemas que coinciden en unas características comunes.
Como el resto de los lenguajes especializados, el técnico–
científico sólo es utilizado por sus hablantes en una parcela de
su actividad; fuera de ella hacen uso de la lengua común. La
dificultad de estos lenguajes los convierte en algo difícil de
comprender para el resto de los hablantes.
Los textos científicos deben observar las cualidades
fundamentales de la ciencia: objetividad, universalidad y
verificabilidad.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, trataremos de extraer el
denominador común de los textos que pueden caracterizarse
como científicos.