El Castillo de Edimburgo es una antigua fortaleza que compone uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad, además de uno de los más visitados. Con más de un millón de visitantes al año, el castillo se alza imponente sobre la colina de Castle Hill ofreciendo unas majestuosas vistas del centro de la ciudad.
El Museo de la Sagrada Familia ofrece multitud de elementos y objetos que permiten comprender el significado y la complejidad de la gran obra de Gaudí. A través de planos, dibujos originales, maquetas reconstruidas y distintas piezas, el visitante descubrirá más a fondo el proceso de creación de este impresionante templo, que se ha convertido en el símbolo de Barcelona. Desde el museo, que se encuentra situado en el interior de la iglesia, también se puede admirar la sepultura de Gaudí.
El macizo del Mont Blanc, que alcanza los 4 810 metros, es el lugar soñado para admirar unos paisajes fantásticos de alta montaña, con sus glaciares, sus agujas y sus cumbres nevadas. La primera ascensión al Mont-Blanc tuvo lugar en agosto de 1786, y fue protagonizada por el guía Jacques Balmat y el médico Michel Gabriel Paccard. La cadena del Mont-Blanc es muy apreciada por los esquiadores, los senderistas y los entusiastas del alpinismo, pero también seduce a los menos deportistas. De hecho, se puede acceder en tren o en teleférico a muchos de los lugares célebres del macizo. El teleférico de l'Aiguille du Midi sale de Chamonix, y en tan solo veinte minutos permite alcanzar la Aguja del Mediodía, situada a 3 842 metros de altitud. Desde este sitio, la panorámica del Mont-Blanc y de su macizo es excepcional.
32 Turisteando ,Abril 2015