Tuneles Roderick Gordon 2 Profundidades | Page 43

un cementerio a la luz de la luna, no muy diferente a aquel de Highfield en que ella se había refugiado el día de su huida a la Superficie. Pero allí acababan las semejanzas, porque en primer plano dibujó una gran lápida sin nombre. Observó durante un instante la lápida que había dibujado hasta que, usando el nombre que había recibido él en la Superficie, terminó escribiendo en ella will burrows, flanqueado por dos signos de interrogación. Frunció el ceño. La rabia que le producía la muerte de su hermano era tan fuerte que se sentía como arrastrada por una ola, que terminaría depositándola en algún lugar. Y cuando llegaba a donde fuera, sentía la necesidad de odiar a alguien. Naturalmente, el objeto fundamental de ese odio eran los styx; pero ahora, por vez primera, se permitía pensar en algo que antes le hubiera parecido imposible pensar. Si era cierto lo que le decían de Seth, entonces su hijo pagaría por lo que había hecho, y lo pagaría muy caro. Sin dejar de mirar el dibujo, apretó tan fuerte la mano que se partió el bolígrafo y se clavaron en la cama astillas de plástico transparente.