Roderick Gordon - Brian Williams
Túneles
millón. Por efecto del envenenamiento, su cuerpo se había apagado y la sangre se
había coagulado como cemento rápido.
En la investigación, el médico forense no aclaró gran cosa sobre la naturaleza del
veneno. Por el contrario, quedó bastante desconcertado por la presencia de trazas de
varias sustancias químicas complejas de las que no se tenía noticia.
Sólo una persona, la chica que vendía ramitas de brezo y que había observado la
ambulancia desde el otro lado de la calle, sabía la verdad. Se quitó el pañuelo y lo tiró
a la alcantarilla, soltándose la melena de color negro azabache al tiempo que se ponía
las gafas de sol e inclinaba la cabeza hacia el luminoso cielo. Al caminar, empezó a
cantar suavemente: Sunshine... you are my sunshine...
No había terminado todavía...
Continuará...
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