Travesías didácticas Nº 32 • Mayo 2020 | Page 60

Las potencias filosóficas de la Ley... Ángela Menchón En un bellísimo libro de filosofía llamado “La vida de las plantas. Una metafísica de la mixtura” (2017), Emanuelle Coccia sostiene que, en contraste con la lógica compartimental de las disciplinas científicas, que separa y especializa los saberes, la filosofía funciona como una “atmósfera” que permea, recorre, mixtura, comunica todos los ámbitos disciplinares mostrando su íntima conexión en relación a un mundo común. Esa idea de atmósfera que “en el mar del pensamiento, todo comunica con todo, [donde] cada saber penetra y es penetrado por todos los otros” (p. 114), puede funcionar como una poderosa metáfora a la hora de pensar en la potencia filosófica de la ESI como propuesta transversal a todos los saberes y a las prácticas escolares. Siguiendo esta idea, este escrito recorre algunos de los desafíos que la ESI trajo a nuestras instituciones educativas y a nuestras aulas, y fundamenta cuáles son (a mí entender) las potencias filosóficas, éticas y políticas de estos desafíos que nos plantea. Quisiera advertir sobre algunos riesgos en torno a la aplicación de la ley en las escuelas, a sus posibles capturas o cristalizaciones institucionales. Es decir, considero que la ESI constituye un gesto filosófico contundente en el seno de la institución escolar, a condición de que sea revisada, revisitada y encarada desde una perspectiva crítica. De lo contrario corre el riesgo de ser institucionalizada y reducida a una lógica de la reproducción de lo mismo que nada transforma. Sabemos que la ley 26150 de Educación Sexual Integral se sancionó en el año 2006 para todos los niveles educativos en instituciones de gestión estatal y privada en todas las jurisdicciones del país desde el nivel inicial hasta el nivel superior de formación docente y de educación técnica no universitaria. Si bien tanto la ley, los lineamientos curriculares como los materiales que se han venido elaborando desde ese entonces son valiosísimos e interesantes, sabemos que la sanción de una ley no es suficiente para que realmente tenga un efecto transformador en las instituciones: como todo lo que se propone en el sistema educativo, esto debe ser acompañado por modificaciones subjetivas y socioculturales profundas. La ESI viene a proponer un cambio cultural, una revisión del mundo que hemos configurado hasta el momento. Ahora bien, no hay que olvidar que la ESI es una ley y que cuando hablamos de leyes esto puede remitirnos a obligaciones, a responsabilidades, a órdenes establecidos, a “papeleo”, a 58