Travesías didácticas Nº 29 • Diciembre 2018 | Page 36

La vieja discusión... Margarita Penadés carpintería, de madurez intelectual. Este juego es independiente de los Centros de Interés o de las Unidades Didácticas, pero enriquecen su desarrollo. Se desarrolla diariamente y se organiza en cuatro momentos: planificación, desarrollo, orden y evaluación (sus características varían según la edad). Sabemos que hasta los ´60 el juego se desarrolló de manera individual o grupal, y alrededor de los materiales didácticos (herencia de los aportes de Froebel, Montessori y Decroly) y que a partir de los ´60 se renueva la didáctica y se estructura el Juego Centralizador y el Juego- Trabajo con sus variantes locales, instalando el juego en pequeños grupos. La década del ´60 fue una etapa experimental en relación a la propuesta de la Escuela Nueva de trabajar en áreas de juego. En la década del ´70 los textos pedagógicos de Frietzche y Duprat fueron prohibidos por la Dictadura Cívico Militar, a partir del documento “Subversión en el ámbito educativo. Conozcamos a nuestro enemigo” (1977) junto a otra bibliografía específica del nivel. “Nos descubren, empezamos a ser peligrosos, ya no éramos sólo los que hacíamos jugar a los chicos” (Hebe San Martín de Duprat, 1995). “Esta es una etapa en la que el tecnicismo pedagógico se hizo presente: las actividades en el jardín fueron marcadas por la rigidez de los pasos a seguir que llevó a un excesivo didactismo, sumado al control externo por parte del autoritarismo político. Se planificaba en términos de conducta y se evaluaba con una lista de control marcando “x” en casilleros que decían “siempre”, “a veces” y “nunca” en relación a las acciones que los niños debían realizar. Frente a las fuertes críticas se reivindica el juego en sí mismo sin intencionalidad educativa, “jugar por jugar” propone Hilda Cañeque dividiendo tiempo y espacio escolar en dos zonas: la “zona del imaginario” y la “zona de la realidad”. En la zona del imaginario, se armaban los escenarios y las escenas de juego, y en la zona de la realidad, se desarrollaban actividades llamadas “de conjunto” como aprendizaje de técnicas gráfico-plásticas, conversaciones, actividades para aprender determinados conocimientos, hábitos o destrezas. Durante el momento de juego, la maestra miraba el juego en el sentido de cuidado, o a veces jugaba como un integrante más. Esta propuesta debe ser analizada en el contexto social y político en que fue formulada: espacios divididos, por un lado la realidad autoritaria y por otro, un espacio para el ejercicio de la libertad y la creatividad. La dictadura cívico militar ejerció un fuerte control sobre el juego, con claras indicaciones en relación con el orden y el control de los momentos de juego” 34