Travesías Didácticas Nº 22 • Julio / Agosto 2016 | Page 29

acompañarse , no por un anclaje dado de antemano sino porque el haberse encontrado produce un entorno significativo . Por más que nos resulte caótica , ésta es la matriz de los vínculos actuales . Estos son los modos que adoptan los vínculos por cohesión y no por solidez . … Pareciera entonces que para pensar la infancia es necesario des-suponer la infancia y postular que hay chicos . Des-suponer la infancia significa no pensar a los chicos como “ hombres del mañana ” sino como “ chicos de hoy ”. Y esto significa partir de que los chicos no están excluidos en estos tiempos de conmoción social , no están anclados a estructuras sino que están pensando , tan frágiles , tan desesperados , tan ocurrentes como cualquiera de nosotros , que tenemos la misma fragilidad de ellos . En la era de la fluidez hay chicos frágiles con adultos frágiles , no chicos frágiles con instituciones de amparo . Y con esas fragilidades estamos trabajosamente tramando consistencias , tramando cohesiones … Así , las situaciones de infancia pueden pensarse como situaciones entre dos y no entre tres . Una situación de tres sería , por ejemplo , un chico , un adulto y el Estado ; es decir que no se vinculan directamente entre sí en la ternura o en los cuidados mutuos , sino a través de la mediación de un tercero : la institución familiar o escolar . Pero , si se supone un tercero en una relación entre dos , el primero termina abandonando al segundo . De ahí que el trabajo actual de vincularse sea casi artesanal , y seguramente angustiante . Si uno dice : “ Se supone que el Distrito Escolar debería ...” y opera en base a esa suposición , termina abandonando al chico y también a uno mismo porque , de ese modo , uno se constituye como docente , como psicólogo , como padre , supuesto por una tercera cosa , y no se constituye en el vínculo con el chico . Destituida la infancia , las situaciones infantiles se arman entre dos que se piensan , se eligen , se cuidan y se sostienen mutuamente . Ya no se trata de fragilidad por un lado y solidez por el otro ; somos frágiles por ambos lados ”.
En definitiva , los docentes cargan con tantas debilidades como las que tienen los niños , dice Serrat … “ esos locos bajitos ” por lo tanto incursionar en el diálogo con ellos y con nosotros mismos , escuchándolos , mirándolos y promoviendo espacios donde puedan constituirse como sujetos de vida activa , sacándolos de la quietud , logrando que se destornillen de risa , que juntos puedan tentarse y no parar de reír con un trabalenguas , con un cuento , con la magia del juego , que genera humor y amor porque vincula , porque ayuda a crecer .
Cada maestro encontrará la formula , el dispositivo , el mejor recurso , pero para eso deberá escucharse y encontrar la niña o el niño que fue y que es esa infancia vivida y sostenida como estado del que no salimos , siempre volvemos a ella como una madre que nos cobija . Volver a los lugares y momentos lindos de nuestra infancia nos permitirá trabajar con una infancia que merece ser feliz . No busquemos momentos que no fueron tan felices en nuestra infancia , dialoguemos con los buenos , empecemos a actuar como hacen los niños , luego de un llanto se secan las lágrimas y pasan a otra cosa , otro juego . Los niños son sabios infinitos , porque no usan rencores , ni resquemores , utilizan la risa , el movimiento , la creatividad y disfrutan el momento , no se atascan en el ayer ni actúan para el mañana , son y viven el hoy …. Si aprendemos a mirarlos , a escucharlos seguramente el diálogo se logrará .
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