Noah Johnson - 6.° grado
La vida no es fácil
—¡Álvaro, ayúdame un poco! —Mi madre casi nunca necesitaba ayuda, por
lo tanto supe que algo había ocurrido. Entré a la cocina donde la vi cargando
un cajón. ¿Pero qué había adentro? ¿Y por qué necesitaba mi ayuda? Puso la
caja en la mesa sosteniéndolo firmemente. Ella señaló para que mirara, lo hice
curioso y grande fue mi sorpresa cuando vi un hermoso perro.
—¿Pero por qué? Faltan varios meses para mi cumpleaños. —dije confuso
—Sé que es apresurado, pero ya te lo quise dar Álvaro.
—¡Muchas gracias mamá! —dije, abrazándola.
Decidí llamarlo Rocco (el primer nombre que se me ocurrió). Todos los días,
salíamos a la calle a jugar con mis amigos, quienes le amaban. Él era el centro
de toda nuestra atención.
Un día lluvioso, papá llegó a casa más temprano de lo normal. Estaba em-
papado y no tenía el rostro de alegría que siempre llevaba. Él trabajaba en un
supermercado. En la cena, estaba muy callado.
—¿Qué te sucede cariño? —Le preguntó mi madre.
Miré a mi hermana menor, Julieta, quien ya con sus seis años era muy aten-
ta. Sabía que ella también estaba ansiosa, pero no dijo nada.
—Cerraron el supermercado. Dijeron que ya no tenían suficiente dinero para
mantenerlo. —Respondió tristemente.
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Travesía • revista estudiantil