Flores al poder en la Banda Oriental, Solano López fue visto como defensor de un
país que ya no era amigo. El Paraguay estaba implicado y ya era el próximo obje-
tivo desde 1864, un año antes de que se firme oficialmente el Tratado.
El “Tratado Secreto” fue el último paso para oficializar la causa de la destruc-
ción del Paraguay. Dada la captura del buque Marqués de Olinda y la invasión de
Corrientes, Brasil y Argentina obtienen los pretextos perfectos para denunciar la
agresión del mariscal paraguayo y justificar la “defensa” de sus países. Los aliados
inician una campaña de propaganda engañosa, ocultando la verdadera naturale-
za de sus objetivos y del tratado mismo. Como en 1866 un periodista increpaba
al general Mitre: el tratado era “una burla audaz del pueblo, de la razón y de la
conciencia humana” (Rubiani 70). Los aliados alegaban que sus naciones se veían
amenazadas mientras el gobierno de López exista; cuando en realidad el gobierno
de un modesto país no sería capaz de afectar a un imperio tan grande como el
de Brasil o una confederación como la de Argentina. El Paraguay, “dueño y señor
absoluto de su propio destino” (Rubiani 71), en contraste con los aliados, quienes
prestaban su bienestar a los monopolios coloniales, constituía una amenaza y
una fuente de envidia para estos países, nuevamente revelando el importante rol
de Inglaterra en la guerra.
Aparte de proclamar falsos pretextos, el Tratado fue en sí una farsa, ya que
había sido planeado y discutido mucho antes de su firma el 1 de mayo de 1865.
Así, en junio de 1864, casi un año antes de la firma oficial, en el interior de Uru-
guay, Saraiva, Elizalde, Venancio Flores y un diplomático inglés, Edward Thornton
,“intermediario”, se reúnen para discutir la situación oriental y se asientan las
bases para dicho tratado secreto. Es por esto, sin duda, que el tratado se mantiene
secreto. Para justificar aún más esta declaración basta solo mirar las fechas gas-
tadas para “discutirlo y aprobarlo”. Oficialmente, el Tratado, desde que comenzó
a redactarse y fue firmado, apenas tardó once días, lo cual sería casi impensable.
Por otra parte, la participación del diplomático inglés Thornton solo confirma
la especulación de que las fuerzas inglesas tuvieron un papel importante en la
Guerra Grande.
La Guerra de la Triple Alianza fue el fruto de años de relaciones tensas y sobre
todo de una fuerza económica que logró dominar a las naciones del Río de la Pla-
ta. Con años de aplazamientos de límites, amenazas contra el equilibrio del Río de
la Plata, una economía que desafiaba al liberalismo de la época y una inesperada
alianza entre los grandes de la región, el Paraguay fue víctima de una inevitable
guerra que pretendió destruirlo por completo.
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Travesía • revista estudiantil