El nepotismo en nuestro país es uno de los
caminos más comunes de los políticos para lle-
gar al poder o a una posición de privilegio. Por-
que está el tío, el padre, el primo o el abuelo en
el poder muchos llegan a un puesto favorecido
y en los casos más comunes es para llenar sus
bolsillos. Por ejemplo, la Comisión Directiva del
Sindicato de Funcionarios de Tributación de-
nunció a las autoridades de la Subsecretaría de
Estado por abuso de poder a través de las de-
signaciones en cargos gerenciales. Comparan-
do nuestro país con la respuesta de don Juan
Tenorio, podemos decir que son muy similares.
Las personas que se manejan con en el nepotis-
mo aplican la idea del parentesco para fungir de
intocables por la ley y no recibir castigo alguno.
No cabe duda del poder y la autoridad del
rey en el siglo XVII y las injusticias cometidas
en esa época son también como consecuencia
del error humano. En la historia de don Juan
Tenorio, él ignora por completo lo que esta-
bleció el rey de Nápoles, “Don Pedro Tenorio, a
vos esta prisión os encargo”. (Molina 27). El rey
de Nápoles pidió a don Pedro Tenorio que en-
carcele a su sobrino don Juan Tenorio luego de
haber robado la virginidad a la duquesa Isabela,
con engaños, en cambio, don Juan escapa de
la autoridad con ayuda de su tío. “Escapose de
las cuchillas soberbias”. (Molina 32), afirma don
Pedro, contando al rey que el asesino de la mo-
ral se ha escapado, lo que don Pedro no cuenta
es que se ha escapado con su ayuda.
En nuestro país, la autoridad superior es la
Constitución Nacional, lo que se establece en
la Carta Magna es lo que se debería de cumplir.
Pero varias personas lo evitan por completo y
hacen lo que les conviene. Existen muchas de-
nuncias en casos de nepotismo contra jueces,
ministros, senadores, intendentes en el Para-
guay. A estas personas yo les titularía como los
“Burladores de la Justicia” igual al Burlador de
Sevilla. Entre ellos podemos encontrar a gente
que evita impuestos, controles o comete otros ti-
pos de crímenes y no son llevados ante la justicia.
Aparte de las similitudes en la política, tam-
bién podemos encontrar similitudes en el tra-
to de los hombres hacia las mujeres. Luego del
engaño de don Juan a Isabela, ella recurrió al
rey de Nápoles, ahí él le dijo “Calla, que la len-
gua no podrá dorar el yerro que has cometido
en mi ofensa”. (Molina 35). Podemos ver cómo
luego de que Isabela le haya contado al Rey el
engaño y la burla, este la despreció aún más,
diciendo que él no podía estar en frente de tal
ofensa y titulándola como “el problema”; siendo
ella una víctima de un hombre que abusa de su
condición de noble y del nepotismo. Luego de
que la duquesa tratara de explicar lo sucedido
con ánimo al rey; este, en cambio, le contesta
“Ofensa a mi espalda hecha es justicia y es razón
castigarla a espaldas vueltas”. (Molina 36). El rey
vuelve a comunicar a Isabela su falta de respeto
a los nobles que vivían en el castillo y la castiga
recluyéndola en lo alto del castillo.
Nuestra sociedad se basa en el patriarcado,
muchas mujeres sufren a diario física y verbal-
mente la denigración por el simple hecho de
ser mujeres, por su vestimenta o por sus ac-
tos. ¿Qué dicen las autoridades paraguayas? Lo
mismo que dijo el rey de Nápoles, la pérdida de
la virginidad o del honor es responsabilidad de
la mujer. El varón paraguayo es el que tiene el
poder, en la actualidad es “intocable” tal como
don Juan Tenorio en su época.
La política de España del siglo XVII y la de
nuestro país del siglo XXI son muy similares
en cuanto al nepotismo. Si nos sentásemos a
analizar más profundamente la obra de Tirso
de Molina, yo les aseguro que encontraríamos
aún más similitudes. Sinceramente es desmo-
ralizador ver a la humanidad con tres siglos de
diferencia caer en los mismos vicios. Todos los
hombres y las mujeres tienen derecho a ejercer
sus acciones con responsabilidad para evitar un
nepotismo como el donjuanino y el paraguayo.
B ibliografía
- M olina , T. d . (1994). E l burlador de S evilla . B arcelona : F ontana .
Travesía • revista estudiantil
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