tivo, aceptando con diferente nivel de certeza
los requerimientos de dicha mujer. Haciéndose
pasar por el duque Octavio, el Burlador de Sevilla
le asegura a la duquesa que son “verdades, pro-
mesas y cumplimientos, voluntades y amistades”
(Molina 2) lo que él tiene para ofrecer. Toda mu-
jer quiere creer que su hombre le asegurará la
verdad siempre e Isabela cae en esa trampa. Ade-
más de usar actos asertivos, don Juan también
recurre a actos compromisorios, es decir, asume
un compromiso, una obligación, o un propósito
para que las mujeres se conviertan con sus pala-
bras. Cuando le promete a la pescadora Tisbea “Si
vivo, mi bien, en ti, a cualquier cosa me obligo,
aunque yo sepa perder en tu servicio la vida, la
diera por bien perdida y te prometo de ser tu
esposo” (Molina 43). Tisbea confía totalmente en
don Juan y se entrega a sus brazos como aquella
mujer deseosa de tener un esposo.
Aparte de estos dos actos mencionados, el
Burlador emplea actos expresivos, expresa su
estado anímico o sus sentimientos para que las
enamoradas caigan en el engaño de sus dulces
palabras. Por ejemplo, don Juan logró engañar
a Arminta con la traición a Batricio simplemen-
te al jugar con su lenguaje mientras conversaba
con Arminta. Ella le exigió que se largue por-
que vendría su esposo y don Juan le afirmó “Yo
lo soy” (Molina 86). Ella siguió preguntándole
¿Desde cuándo?” y él respondió “Desde aho-
ra” (Molina 86). Arminta insistió “¿Quién lo ha
tratado?”. “¿Y quién nos casó?” y don Juan le
aseguró “Tus ojos”. (Molina 86). Así, Arminta
y varias otras mujeres fueron engañadas por
los románticos y acogedores actos de habla del
Burlador de Sevilla.
Don Juan también engaña a las mujeres
empleando varias figuras retóricas. Por ejem-
plo, al comienzo de la obra, se vale de la anáfo-
ra, repetición de palabras al comienzo de la fra-
se y el paralelismo, oraciones con estructuras
semejantes. Tisbea declara “Mucho habláis” y él
le responde “Mucho encendéis”. (Molina 36). De
esta manera, el Burlador crea un efecto de ha-
lago hacia la bella pescadora Tisbea y consigue
que ella sienta más atracción hacia él. También,
don Juan consigue conquistar a Arminta usan-
do hipérboles, exageraciones. Él manifiesta a
Arminta “El alma mía entre los brazos te ofrez-
co” (Molina 89). Lo que don Juan le está que-
riendo decir a Arminta es que tanto amor siente
hacia ella que está dispuesto a entregar su alma
a sus brazos, aunque literalmente eso no sea
posible. La metáfora es un recurso válido para
las intenciones de don Juan “Juro, ojos bellos,
que mirando me matáis de ser vuestro esposo”.
Los ojos bellos representan a Tisbea o la meto-
nimia, una parte del todo, “Gran parte del sol
mostráis, pues el sol te da licencia” y también la
paronomasia, palabras parecidas en la escritura
pero de significado diferente “De mar a amar,
hay una letra solamente”. (Molina 35). Con es-
tas figuras retóricas y otras más el Burlador de
Sevilla conquista a diversas mujeres.
Después de analizar las estrategias utiliza-
das por el Burlador de Sevilla, se puede concluir
que don Juan Tenorio efectivamente emplea
diversas figuras retóricas y actos de habla para
conquistar y atraer a varias mujeres que él en-
gaña y se relatan en esta tragicomedia. De esta
manera, este hombre demuestra cómo el po-
der de las palabras es lo suficientemente fuerte
para convencer y engañar no solamente a las
mujeres, sino a familiares y a amigos. Hasta hoy
día varias mujeres son engañadas por las pala-
bras de un hombre, porque simplemente el uso
del lenguaje correcto resulta fuerte y venenoso
para el amor y el desamor.
B ibliografía
- M olina , T irso de . E l B urlador de S evilla . B arcelona : F ontana , 1994.
Travesía • revista estudiantil
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