Trabajo tecnología Raquel Valero Revista digital | Page 6

Columna de opinión

Domingo, 10 de Mayo de 2020

La "nueva normalidad"

La pandemia por la que estamos pasando ha hecho que la sociedad como la conocemos cambie, aunque no sabemos de qué manera lo hará, puesto que lo máximo que podemos hacer son conjeturas y suposiciones sobre los cambios que vendrán tras este aislamiento, dividiéndose la sociedad en los que piensan que todo seguirá igual, y los que no, y aunque esto ocurra, y la sociedad lo haga también, la condición humana seguirá siendo la misma para todos nosotros.

Los españoles tenemos una gran fama de no mantener el espacio personal de todos los que nos rodean, abrazando constantemente, dándonos besos como saludo y despedida, yendo de la mano con nuestras respectivas parejas, etc, y esto nos guste o no, va a cambiar. Nos podemos fijar sobre todo en países asiáticos, como China o Japón, donde el espacio personal de cada persona es importantísimo, y donde verás a muy pocas personas saludándose como hacemos nosotros, o simplemente dándose la mano, algo que aquí nos parece completamente normal. Y esto es sobre todo por el temor que tienen por las posibles enfermedades de las que se podrían contagiar, y por las numerosas epidemias que han atemorizado a sus habitantes a lo largo del tiempo.

También cabe destacar que los protocolos de sanidad e higiene, tanto aquí en España, como en el resto del mundo van a cambiar, volviéndose más estrictos con la población, haciendo obligatorio el uso de mascarillas, reduciendo los aforos de la mayoría de lugares, ya sea una discoteca, la biblioteca de tu barrio, o el bar qué tienes en la esquina de tu calle.

Ahora mismo solo nos queda acostumbrarnos a la “nueva normalidad” que se nos viene encima, y estas dos palabras lo dejan bien claro: algo nuevo es algo diferente, y algo diferente no es lo mismo que algo normal. Nuestra fama de besucones, de invasores del espacio y de todas esas cosas de las que nos sentimos orgullosos, va a desaparecer de una manera inminente, y tendremos que cambiar todos nuestros abrazos, nuestras palmaditas en la espalda, nuestros dos besos, por una pequeña inclinación, o un saludo lejano. Todo esto si no queremos que otra pandemia nos obligue a aislarnos de los que queremos.