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comparte la responsabilidad de contribuir al logro de las metas del grupo”.136 En este
sentido, el Trabajador Social se compromete con los sujetos (también
comprometidos), los Adultos Mayores, con el fin de contribuir al mejoramiento de la
calidad de vida de este segmento poblacional, pero con la directa participación de
ellos en el proceso de intervención. El rol del Trabajador Social no es actuar sobre la
situación de los Adultos Mayores, sino, el potenciar las capacidades de éstos para que
en conjunto (Trabajador Social y Adultos Mayores) se construya la acción
transformadora.
Para constituirse en un participante, no es suficiente llevar a cabo una tarea
colectiva, ni el ceñirse a la ejecución de determinadas instrucciones. Participar no
significa realizar una tarea cuyos objetivos y procedimientos han sido previamente
definidos, sobretodo si no se ha dado una motivación de parte de los actores
involucrados “la manifestación mas clara y plena de participación, debería considerar
la intervención directa de los sujetos en algunas de las etapas de un proceso de toma
de decisiones referido a
materias suficientemente identificadas”137, materias
definidas por los mismos actores involucrados. El Trabajador Social, por tanto
constituye uno de los participantes, y no debería tomar en sus manos la decisión sobre
la acción que se realizará en conjunto con los Adultos Mayores. El Trabajador Social,
al imponer la intervención sobre un grupo, le quita a éste el derecho de decidir sobre
sus propios asuntos, transgrede su propia utopía: una sociedad igualitaria y
democrática. Asimismo, se autoinstala en un plano de superioridad y de dictadura.
Los Adultos Mayores, tienen como derecho el aportar en decisiones que les afectarán
directamente, pues de lo contrario no puede decirse que participan, “participar no es
solo colaborar y asentir, sino que consentir y decidir, ya que los miembros de la
comunidad no solo deben ser testigos, sino actores”.138 La participación es la que
convierte al Adulto Mayor en un actor social, actor de su propio desarrollo. Además,
si el objeto del Trabajo Social es colaborar en el mejoramiento de la calidad de vida
de los individuos que conforman la sociedad, es importante conocer cual es la idea
que manejan dichos sujetos de su calidad de vida, y en este sentido, solo se puede
rescatar las aspiraciones y sentimientos de los individuos a través de la participación.
“La participación constituiría una meta en sí, y no solo un método para lograr mayor
136
Cfr. Maldonado, V.; 1991. P. 7.
137
Cfr. Boeninger, E.; 1984. P. 6.
138
Cfr. Maldonado, V.; 1991. P. 7