TRABAJO SOCIAL | Page 56

56 En lo referente a los Adultos Mayores, la sociedad contemporánea (y también obviamente la Chilena), acusa dos grandes cambios: * Incremento creciente del número de Adultos Mayores.123 * Posibilidad que tienen los Adultos Mayores de abandonar la actividad económica y disponer libremente de su tiempo (retiro laboral, jubilación). Ambos rasgos resultan de la aplicación de la ciencia para lograr, por una parte, la extensión de la vida humana por medio de una mejor nutrición, del tratamiento médico de las enfermedades y de condiciones sanitarias más adecuadas; y por la otra, aumentar el producto social al desarrollar nuevas formas de energía y nuevas máquinas para realizar el trabajo. Lo curioso y paradójico es que esto, que debiera ser visto como un logro nunca antes alcanzado por la humanidad, tiende a percibirse como un problema por el costo que significa la mantención y el cuidado de un creciente número de individuos económicamente dependientes, vale decir, que sin aportar directamente a la generación del producto social, requieren utilizar parte de él. Los autores que han abordado el tema, están conscientes de la importancia y dificultad que implica el poder contar con los recursos necesarios para asegurar a la población anciana un ingreso (jubilaciones, pensiones, montepíos, cesación del pago de impuestos, etc.), servicios de salud, habitación. Mucho más cuando ello acontece en una sociedad en vías de desarrollo, la que por definición posee escasos recursos que deben distribuirse entre un gran número de ítem que responden todos a necesidades urgentes de la población.124 En el proceso de ajuste del ser humano a los cambios que involucra el envejecimiento, surgen algunos conflictos, que se refieren básicamente a modificaciones en las capacidades del individuo, y a transformaciones en el modo cómo el sujeto adulto mayor se inserta en la estructura social. En otras palabras, paralelo al proceso de aumentar la vida mas allá del límite de los 60 años, se produce un deterioro en la capacidad física y mental del ser humano, que lo limita y hace 123 En 1952 había en Chile 130 mil ancianos. Treinta años mas tarde, en 1985 se quintuplica la cifra a 690 mil individuos. En 1992, el 10 % de la población Chilena es anciana (1.302.258 personas), y en 1996, el número de Adultos Mayores es de 1.399.642 (10 % de la población Chilena). Datos extraídos de Compendio Estadístico del INE, 1996. Santiago – Chile. 124 Barros, C.; 1979. P. 12 – 14.