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experiencias sociales, y que permiten un mejor desempeño en la intervención. Esos
recursos personales son habilidades que el profesional hace conscientes en la
experiencia y en el hacer. Si bien es necesario contar con un método, planificar, esto
por sí solo no asegura que la intervención que desarrollemos sea eficaz. Existen en
cada profesional estas habilidades que influyen, y en cierta forma pueden llegar a
determinar el posible éxito de una intervención; especialmente en el caso de
desarrollar acciones de tipo educativo con las personas. “Yo creo que uno tiene que
ser consciente de cuales son las habilidades que uno tiene, y a esas sacarles el
máximo de provecho, y eso aportarlo a los equipos interdisciplinarios”. (Experto).
Los trabajadores sociales cuentan con habilidades específicas de la profesión, y que
según el discurso anterior,
deben validarse ante las demás disciplinas. Los
profesionales disponen de un “repertorio de estrategias”, pueden formular y dar
respuesta ante situaciones complejas; este repertorio surge de sus intervenciones
iniciales, es decir, de su experiencia. Es un saber en la acción, que se revela en las
acciones inteligentes.
Los trabajadores sociales cuentan con un cúmulo de saberes que en relación a
otras profesiones se distinguen como particulares de ésta: “Los T.S. sabemos cómo
hacer las cosas, cuando se trata de acercarnos, cuando se trata de relacionarnos con
la gente, nosotros sabemos cómo, y lo hacemos bien: (...) tenemos todo un
entrenamiento de nuestra capacidad de diagnosticar situaciones problema, y junto
con eso buscar el camino de solución, nosotros somos expertos en la búsqueda de
alternativas de solución (...) los trabajadores sociales sabemos comunicarnos y
tenemos habilidades para entrevistar y para convencer (...) nos comunicamos con
facilidad, la gente se nos entrega (...) lo que la gente le comunica al T.S. no se lo dice
a ningún otro profesional, ni al sicólogo. Por eso los T.S. somos una mina de
información”. (Experto).
Muchas veces por la falta de reflexión en la acción y sobre la acción, el
trabajador social no valora estas habilidades que son las que, en algún grado, le dan el
matiz
distinto a la profesión. No sólo los conocimientos teóricos hacen al
profesional, sino que también,. los saberes prácticos y estos implican las habilidades.
El saber práctico se expresa en forma espontánea a través de acciones, juicios y
habilidades, que se saben llevar a cabo, pero no se piensa acerca de ellas con